Al menos 60 personas murieron en el derrumbe de un edificio de 12 pisos en Surfside, Florida, al norte de Miami, dijeron autoridades locales ayer, dos semanas después de la catástrofe.
Los socorristas decidieron el miércoles poner fin a la búsqueda de sobrevivientes y pasar a la fase de recuperación de cuerpos, cuando 80 personas siguen potencialmente desaparecidas.
Aparte de un adolescente hallado unas horas después del colapso el 24 de junio, los servicios de emergencia no encontraron víctimas vivas al rastrear el montón de escombros de lo que fue un complejo residencial frente al mar.
Pero "todavía rezamos por un milagro", dijo ayer el alcalde de la pequeña localidad de seis mil habitantes, Charles Burkett, asegurando que "no se ha perdido toda esperanza".
En el día 15 de operaciones, los rescatistas observaron un breve minuto de silencio a la 1:20 de la madrugada, hora en la que se derrumbó parte del edificio.
"El trabajo continúa con toda la velocidad y urgencia necesarias", dijo Daniella Levine Cava, alcaldesa del condado de Miami-Dade, que abarca Miami y Surfside.
"Trabajamos las 24 horas del día para encontrar víctimas y permitir que las familias hagan su duelo lo más rápido posible", agregó.
Los agentes de Policía y los expertos forenses tienen la tarea de identificar los cuerpos o restos humanos para poder alertar a los familiares.
De los 60 muertos confirmados, 35 ya fueron identificados y 34 familias han podido ser notificadas. Al menos dos argentinos, un chileno, una uruguaya, un venezolano y una uruguaya-venezolana fallecieron en el derrumbe.
Con información de AFP y EFE
PAL