Los bombardeos israelíes en Gaza y los disparos de cohetes palestinos sobre Israel siguieron ayer, y en Cisjordania se recrudeció la violencia, lo que aumentó las víctimas, mientras la comunidad internacional intensificó sus esfuerzos para frenar la escalada bélica.
Los palestinos de Cisjordania ocupada mantuvieron una jornada de huelga y de "ira" en solidaridad con Gaza. Al margen de estas protestas, que terminaron en enfrentamientos con el Ejército, murieron dos palestinos y dos soldados israelíes.
"No hay electricidad, agua ni tejado, los cristales y las puertas están rotos", explicó Kamal Harzallah, cuya casa quedó destruida por un bombardeo.
La rivalidad también se vio en torno a la apertura de un punto de paso hacia el enclave palestino, destinado para que entrara una primera entrega de ayuda humanitaria, "indispensable, tras nueve días de crisis", según la ONU.
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Pero el cruce de Kerem Shalom sólo se abrió durante unas horas y luego fue cerrado por Israel.
En Jerusalén Este, la parte anexionada de la ciudad, se produjeron varios enfrentamientos entre palestinos y Fuerzas de Seguridad israelíes, que usaron cañones de agua y detuvieron a varios manifestantes.
¿UN ALTO EL FUEGO?
El movimiento islamista Hamas dijo ayer "no desmentir ni confirmar" la información difundida por medios sobre un posible alto al fuego con Israel, mediado por Egipto y que entraría en vigor mañana.
La información fue transmitida por el Canal 12 de Israel, que señaló, además, que Hamas había aceptado el ofrecimiento de Egipto y que Israel aún no había respondido.
Consultada sobre un posible alto al fuego, la oficina del premier Netanyahu no ofreció comentarios.
En tanto, la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, aseguró que la ola de ataques en Gaza fue iniciada por el movimiento Hamas, en respuesta a la suspensión de los comicios en los territorios palestinos.
"Esta violencia no ha sido deseada ni buscada por la parte israelí", dijo.
AFP, EFE Y REUTERS
dza