La pandemia de Covid-19 también ha afectado la salud mental y emocional de las personas. Entre los síntomas más comunes están las alteraciones del sueño, como insomnio, fatiga e incluso sueños desagradables, los expertos lo denominan "cuarensoñar".
El doctor Raj Dasgupta, especialista en sueño y profesor asistente de medicina clínica en la Escuela de Medicina Keck en la Universidad del Sur de California declara para CNN: " Mis pacientes han venido y me han dicho: ‘Tengo sueños vívidos, recuerdo mis sueños, tengo pesadillas". Y asegura que esto no es algo propio de la pandemia, sino que suele suceder en otros eventos traumáticos.
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Los primeros casos se vieron hace un año, al poco tiempo de que iniciaran los confinamientos en distintos países. Quienes comenzaron a manifestar esta problemática fueron los trabajadores de salud en la primera línea de batalla. Esto quedó plasmado en un estudio realizado en China durante junio de 2020, donde el 45% de enfermeras de ese país que participaron en la investigación, declararon haber tenido pesadillas junto con diversos grados de ansiedad y depresión.
Y, así como la emergencia sanitaria continúa, también lo hacen los desórdenes del sueño. Dasgupta explica algunas de las razones detrás de este fenómeno. Con la pandemia, la gente comenzó a cambiar sus hábitos y a irse más tarde a la cama para despertar más tarde de la hora habitual, lo que se vuelve el escenario perfecto para el desarrollo de sueños vibrantes o incluso aterradores. Esto debido a que la etapa de movimiento ocular rápido o REM, que es la más profunda del ciclo, tiene una duración mayor, lo que favorece la producción de pesadillas.
Además, al añadirse el estrés y la ansiedad que genera la crisis por Covid-19, es más probable que se generen sueños desagradables que a la vez pueden afectar la calidad del descanso.
Rebecca Robbins, científica asociada del Brigham and Women’s Hospital en Boston que estudia el sueño dijo a CNN que con la llegada del SARS-CoV-2, varios estudios demostraron que las personas en la primera línea de batalla comenzaron a manifestar pesadillas constantes como las que tenían víctimas de los atentados del 11 de septiembre.
En un cuestionario realizado por Deirdre Barrett, profesora asistente de psicología en la Escuela de Medicina de Harvard, varios estadounidenses reportaron tener sueños donde insectos los atacaban. Otros más soñaron que alguien les tosía en el rostro o que los respiradores para pacientes dejaban de funcionar.
Los científicos han denominado un término para este fenómeno: "cuarensueños".
¿Cómo solucionarlo?
Las pesadillas vividas pueden afectar la calidad de vida y el estado de ánimo. Existen varias estrategias para evitarlas:
- Dormir más temprano: quienes se quedan despiertos hasta altas horas de la madrugada tienen más probabilidad de desarrollar esta problemática, pues el ritmo circadiano se descontrola, generando alteraciones en el organismo.
- Relajarse antes de ir a la cama: es posible ayudar al cerebro para que éste genere sueños agradables. Es recomendable dejar los dispositivos tecnológicos un par de horas antes de irse a dormir y en cambio, tomar baños calientes, meditar o pensar en cosas satisfactorias.
- Asegúrate de que tu habitación tenga una temperatura agradable: El calor puede predisponer al cuerpo a tener sueños inquietantes. Por ende, se aconseja refrescar la habitación hasta llegar a una temperatura intermedia.
Si las pesadillas persisten, lo ideal es acudir con un especialista, como un terapeuta, para combatir de raíz el estrés y la ansiedad.
DFC