Donald Trump se negó a testificar en su juicio político, que comenzará el próximo lunes, y argumentó que cree que se trata de un proceso “inconstitucional”.
Jamie Raskin, el legislador demócrata que encabeza a los representantes que participarán en el impeachment, envió una misiva al expresidente para solicitar que de sus declaraciones sobre los eventos de los que se le están acusando.
“A la luz de su impugnación de las acusaciones de hechos, le escribo para invitarle a prestar testimonio bajo juramento, ya sea antes o durante el juicio de destitución del Senado, en relación con su conducta el 6 de enero de 2021”, escribió Raskin en la carta.
Y agregó, “Si declina esta invitación, nos reservamos cualquier y todos los derechos, incluido el derecho a establecer en el juicio que su negativa a testificar respalda una fuerte inferencia adversa con respecto a sus acciones (e inacciones) el 6 de enero de 2021”.
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El demócrata también expuso que la razón por la que se decidió llamarlo a declarar como testigo es porque Trump ha negado las acusaciones de “incitación a la insurrección”, en las que se señala como organizador del ataque al Capitolio.
“Hace dos días, usted presentó una respuesta en la que negaba muchas de las alegaciones de hechos expuestas en el artículo del juicio político. De este modo, usted ha intentado poner en tela de juicio hechos críticos a pesar de las claras y abrumadoras pruebas de su delito constitucional”.
La respuesta de Donald Trump
A través de sus abogados, el magnate anunció que no se presentará a declarar. “El presidente no testificará en un proceso inconstitucional”, dijo Jason Miller, su asesor principal, a AFP.
Por su parte, según The New York Post, Bruce Castor y David Schoen, también representantes del ex mandatario, respondieron a través de otra carta en la que exponían las razones por las cuales consideran que su llamado a testificar es un reflejo de la falta de pruebas contra Trump.
“Como seguramente sabe, no existe tal cosa como una inferencia negativa en este proceso inconstitucional. Su carta solo confirma lo que todos saben: no puede probar sus acusaciones contra el 45º presidente de los Estados Unidos, que ahora es un ciudadano privado.
“El uso de nuestra Constitución para iniciar un supuesto proceso de juicio político es demasiado serio para intentar jugar a estos juegos”, concluye la respuesta.
ACMG