El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, y su esposa Meghan perdieron sus últimos títulos oficiales, tras haber confirmado a la soberana su retirada definitiva de la familia real británica, anunció ayer el palacio de Buckingham.
Deseosos de ser independientes financieramente y de protegerse de la presión mediática, la pareja había provocado un verdadero terremoto el año pasado cuando anunciaron que querían retirarse de sus obligaciones oficiales.
La decisión tenía que ser revisada al cabo de un año. "El duque y la duquesa de Sussex confirmaron a Su Majestad que no volverán a ser miembros activos de la familia real", dijo el palacio en un comunicado.
"Tras conversar con el duque, la reina escribió para confirmar que, al renunciar a sus obligaciones vinculadas a su pertenencia a la casa real, no es posible seguir ejerciendo responsabilidades y deberes vinculados con una vida de servicio público", agrega el texto.
Por tanto, los títulos serán devueltos y repartidos entre otros miembros de la familia.
"Aunque todos están tristes por su decisión, el duque y la duquesa siguen siendo miembros muy queridos de la familia real", concluye el comunicado.
Enrique, de 36 años, perderá títulos militares, concretamente en los Royal Marines a los que está muy vinculado tras haber realizado una misión en Afganistán, así como su función representativa en la federación de rugby. Meghan Markle perderá títulos de orden caritativo.
Enrique y Meghan, junto a su hijo Archie, se instalaron en California y han firmado contratos con las plataformas Netflix y Spotify. La pareja anunció en estos días que estaba esperando su segundo hijo.
El 7 de marzo darán explicaciones sobre su decisión de poner distancia con la familia real en una entrevista con la conductora Oprah Winfrey.
Por AFP y Reuters
jram