PIENSA JOVEN

Elecciones en Japón: ¿cómo llegamos aquí y qué depara el futuro?

Estos son los retos que Japón afronta: el estancamiento económico, la pandemia de la COVID-19 y la situación con China

MUNDO

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elecciones en Japón.Créditos: Foto: Especial

A inicios de septiembre Yoshihide Suga, Primer Ministro de Japón en ese momento, anunció que no sería candidato para liderar al Partido Liberal Demócrata (PLD). Esto es equivalente a renunciar al cargo, pues al ser el partido hegemónico del país, quien sea su líder es automáticamente el Primer Ministro. Suga declaró que se tomaba esta decisión porque las elecciones lo distrairían del manejo de la pandemia, a lo que quería dedicarle toda su atención. La realidad es que renunció porque su porcentaje de aprobación era demasiado bajo (sólo 26%), dado su mal manejo de la pandemia y de los Juegos Olímpicos

Esto dio oportunidad a que otros actores de la política japonesa tuvieran oportunidad de liderar el PLD y así ser el Primer Ministro. El triunfador de la contienda, que tuvo lugar a finales de septiembre, fue Fumio Kishida, previamente ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Shinzo Abe. Su primer reto fueron las elecciones generales que tuvieron lugar a finales de octubre, las cuales no representaron el éxito que Kishida esperaba, pues aunque el PLD mantuvo su mayoría absoluta, perdió 12 de sus escaños. Sin embargo, sigue siendo un éxito pues esto no representa un cambio significativo en el Parlamento japonés. 

Terminadas las elecciones generales, Kishida puede concentrarse en hacer su política y enfrentar los retos que Japón afronta: el estancamiento económico, la pandemia de la COVID-19 y la situación con China.

En el aspecto económico Kishida propone aplicar un “nuevo capitalismo”, el cual no ha definido más allá de decir que es una separación de la política neoliberal establecida por Shinzo Abe que busca reducir la brecha de ingreso y aumentar el gasto del consumidor. También buscará introducir un paquete de recuperación para sacar a Japón de la reducción económica causada por la COVID.

En el ámbito de salud se planea continuar con la vacunación y reducir gradualmente las restricciones sociales y comerciales. Por último, respecto a las relaciones con China, Kishida está comprometido con alcanzar un Indo-Pacífico libre y abierto (recordemos que China está haciendo reclamos sobre islas en esa región, ha dado más poderes a su guardia costera y, según autoridades japonesas, ha permitido que esta entre a aguas territoriales japonesas), para lo que probablemente busque una alianza más profunda con Estados Unidos, lo que también beneficiaría a Japón respecto a las relaciones con Corea del Norte. 

Queda claro que Kishida tiene varios desafíos por vencer. Desafortunadamente, su posición política no es segura. Kishida no era el candidato favorito durante las elecciones partidistas, ni al que le “correspondía” ganar, dado que su posición dentro del partido no era la más importante comparada con los otros candidatos. Los conflictos dentro del partido, en consecuencia, han comenzado a afectar el funcionamiento del gobierno. Kishida tuvo que asumir temporalmente el Ministerio de Exteriores, pues Toshimitsu Motegi se vio forzado a renunciar al cargo para asumir la Secretaria General del PLD después de que Akira Amari renunciara tras perder la presidencia del partido.  

Se puede ver que Japón está en peligro de regresar a la situación previa al Primer Ministro Shinzo Abe de inestabilidad política por una rotación constante de Primeros Ministros, algo que resultaría negativo dada la situación delicada del país. 

mgm