Un tribunal alemán sentenció ayer a cadena perpetua a un hombre de 31 años por conducir su automóvil contra una multitud que celebraba un carnaval el año pasado.
Una corte regional en el poblado de Kassel, en el centro del país, halló culpable al individuo, un ciudadano alemán cuyo nombre no fue dado a conocer por cuestiones de privacidad, de 89 cargos de intento de asesinato.
El acusado embistió con su coche una multitud, incluyendo a 26 niños, que seguían la procesión tradicional de "Lunes de las Rosas" en el municipio de Volkmarsen.
Ninguna persona falleció, pero 90 ciudadanos resultaron heridos, entre ellos 20 que requirieron hospitalización.
Los fiscales lo acusaron de haber planeado el ataque previamente e instalar una cámara en el tablero de su vehículo para grabar el incidente.
El implicado se negó a testificar durante el juicio.
En tanto, los jueces determinaron que el inculpado, quien también fue condenado por 88 cargos de daños corporales graves, tuvo " la responsabilidad particularmente seria" por el ataque, lo que significa que no tendrá derecho a la libertad condicional automática después de 15 años en prisión, como se acostumbra en Alemania.
Según la evaluación psiquiátrica, el autor podría padecer un trastorno grave de la personalidad que mezcla narcisismo, esquizofrenia y paranoia, aunque no se ordenó su internamiento.
AP
MAAZ
