El policía involucrado en los disparos que hirieron gravemente al afroestadounidense Jacob Blake, en agosto, en Kenosha, no será procesado, anunció ayer el fiscal a cargo de este caso que reavivó la ira antirracista en Estados Unidos.
De este modo, el agente de Policía que disparó a Blake, Rusten Sheskey, quedará libre.
"Ningún agente de Kenosha será acusado (...) Basándonos en los hechos y la ley, hemos decidido que no se presentarán cargos", dijo el fiscal local Michael Graveley.
Anticipándose a este anuncio, el consejo municipal declaró el Estado de emergencia en esta ciudad de Wisconsin, 500 miembros de la Guardia Nacional están preparados para ser desplegados en caso de violencia.
Blake, de 29 años, fue baleado el 23 de agosto de 2020 mientras sus tres hijos lo observaban cuando intentaba entrar en su automóvil. Perdió el uso de sus piernas.
La escena fue filmada por un testigo y los agentes involucrados fueron suspendidos de sus funciones.
Por AFP y EFE