Dinamarca anunció ayer restricciones para más de 280 mil habitantes del noroeste del país, para impedir nuevos contagios de una mutación del coronavirus proveniente de visones, que podría, según Copenhague, amenazar la eficacia de una futura vacuna.
"Los ciudadanos de siete comunas del norte de Jutlandia deben quedarse en sus propias localidades para impedir la propagación de la infección", indicó la primera ministra, Mette Frederiksen.
Los daneses y extranjeros no deben viajar a esa región, donde deberán cerrar restaurantes y bares, y el transporte será interrumpido. "Los ojos del mundo nos contemplan", añadió Frederiksen.
Dinamarca, primer exportador mundial de pieles de visón, había suscitado preocupación el miércoles al anunciar el sacrificio de todos esos animales en el país, más de 15 millones de ejemplares, tras descubrir esa mutación transmisible al hombre, y que ya ha sido descubierta en 12 personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que sigue la situación de cerca.
Europa se convirtió en la región con más casos de COVID-19 en el mundo desde el inicio de la pandemia. Con 116 millones de positivos, superó a América Latina.