Los olivos son considerados árboles milenarios y simbólicos. Son conocidos científicamente como "olea europaea", poseen la característica de ser resistentes, y capaces de crecer en suelos pobres y soportar climas áridos, lo que lo convierte en una planta sumamente valiosa en regiones donde otras formas de agricultura serían difíciles. Su longevidad es legendaria; algunos olivos pueden vivir más de mil años, y se dice que los más antiguos aún producen frutos.
El fruto del olivo, la aceituna, es la base de uno de los productos más apreciados en el mundo: el aceite de oliva. Este aceite, conocido por sus propiedades saludables, ha sido parte fundamental de la dieta mediterránea durante siglos. Además, se ha utilizado en rituales religiosos, ceremonias, y como cosmético natural desde tiempos inmemoriales.
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Los olivos también tienen un profundo significado simbólico. Han sido asociados con la paz, la sabiduría y la victoria. En la mitología griega, se cuenta que la diosa Atenea hizo brotar el primer olivo en la Acrópolis, un regalo que representaba prosperidad y abundancia para los habitantes de Atenas.
¿Cómo plantar olivos en casa?
Si deseas aumentar el número de olivos en tu jardín sin gastar grandes sumas en viveros, la multiplicación por esquejes es una opción económica y eficiente. Este método es más rápido y sencillo que la siembra por semillas, y con el uso de aloe vera, se puede asegurar un enraizamiento exitoso.
Lo primero que tienes que hacer es elegir los brotes jóvenes que crecen desde la base del olivo y a lo largo del tronco. Estos brotes deben tener un diámetro de 2 a 3 mm y preferiblemente ser del año anterior, ya que los esquejes más jóvenes tienden a enraizarse con mayor facilidad.
Con ayuda de unas tijeras de jardinería, corta los brotes seleccionados de manera limpia, evitando dañar la rama. Luego, retira las hojas de toda la rama, excepto las de la parte superior, que son necesarias para que la planta continúe realizando la fotosíntesis.
Para favorecer el enraizamiento, utiliza gel de aloe vera. Sumerge cada esqueje en el gel antes de plantarlo en un recipiente con sustrato. Puedes utilizar una maceta de terracota o un envase reciclado, como una botella de plástico vacía. Asegúrate de agregar una capa de arena en el fondo del recipiente antes de colocar los esquejes.
Coloca los esquejes empapados en aloe vera en el recipiente y cúbrelos con tierra para macetas. Tras un período de dos a tres meses, los esquejes deberían haber desarrollado raíces suficientes para ser trasplantados al suelo o a un recipiente más grande.