Sufrir constantemente estrés puede ocasionar no solo problemas que afectan el comportamiento o la relación con las demás personas, sino síntomas físicos que pueden derivar en afecciones graves.
De acuerdo con Lisa Hardesty, psicóloga de la Clínica Mayo, las reacciones físicas al estrés pueden causar malestares físicos que, a la larga, pueden ser muy peligrosos.
“Las personas reaccionan al estrés de manera diferente y la manera en que reaccionamos puede repercutir en la posibilidad de desarrollar problemas de salud graves, incluidas enfermedades cardíacas.
“La reacción del cuerpo al estrés puede incluir dolores musculares y de cabeza, distensión en la espalda, dolores de estómago y otros síntomas físicos. El estrés también puede hacer que se sienta cansado, alterar los patrones de sueño normales, y volverlo irritable, olvidadizo y fuera de control”, señaló Hardesty.
Si el estrés es constante, puede alterar la presión sanguínea y subir los niveles de colesterol, además de provocar conductas que pueden ser dañinas a la salud, como fumar, comer de forma compulsiva o dejar de hacer actividades físicas. En circunstancias extremas, incluso puede causar enfermedades coronarias.
Reducir los niveles de estrés no es una tarea sencilla, pero empleando diversas técnicas y rutinas esta afección se puede reducir, de acuerdo con la experta.
“Se puede reducir el estrés de diferentes formas. Comprender qué desencadena el estrés e identificar sus síntomas puede ser el inicio del proceso de manejo del estrés. El primer paso para modificar su respuesta al estrés es identificar los factores estresantes y preguntarse: ‘¿Qué puedo dejar de hacer y qué puedo dejar ir?’.
“Después de haber eliminado o modificado los factores estresantes externos, es momento de desarrollar habilidades y técnicas de manejo del estrés específicas. Como psicóloga, normalmente le pido a las personas que adopten aspectos de cada una de estas categorías: física, emocional, mental y espiritual”, aconseja.
Entre las acciones que pueden ayudar a reducir el estrés y que puedes añadir a tu rutina diaria se encuentra la participación en actividades sociales, como deportes o pláticas con amigos, hacer ejercicio regularmente y mantener una buena alimentación.
Incluso si tu agenda es demasiado ocupada, la doctora Hardesty aconseja dedicarle cinco minutos al día a una actividad creativa, llevar un diario o incluso ayudar a alguien de forma espontánea, actividades que no te quitarán mucho tiempo y ayudarán a tu salud. Incluso conviene no demonizar en extremo el estrés.
“El estrés ‘bueno’ puede provenir de las bodas, un trabajo que ama o sus hijos. A veces, muchas de las cosas que ama también pueden ser algunos de los desafíos más importantes.
“Todos necesitan un poco de estrés para motivarse a enfrentar los desafíos diarios y, a la larga, promover un funcionamiento óptimo en la vida diaria. El estrés que está bajo control puede mejorar la atención y la concentración, motivar a conectarse más con otras personas y brindarle una sensación de control, lo que promueve una mejor salud”, concluyó.