El olfato canino es unas mil veces más sensible que el humano, ya que puede percibir todo lo que está a su alcance, incluso cosas que una persona es incapaz de ver. Para hacernos una idea, un perro tiene más de 220 millones de receptores olfativos en la nariz, mientras que los humanos solo tienen 5 millones. Los canes huelen las cosas, las personas y el ambiente y luego, con la vista, completan la información. A esta capacidad se le conoce como olfacción visual.
La nariz de un perro siempre está funcionando, ya sea olfateando algo dentro de la casa o rastreando algún aroma en la calle. No importa lo que estén haciendo, ellos, siempre están usando su olfato, algo que hacen para complementar su visión del mundo que les rodea. Pero, debido a este sutil sentido del olfato, también hay algunos olores de alimentos o productos que pueden resultan muy molestos para ellos por la intensidad con la que los perciben.
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Descubre cuáles son los olores que detesta tu perro
El olor que desprenden las bebidas alcohólicas tampoco es agradable para los perros. Cuantos más grados de alcohol tenga la bebida, más lejos verás a tu perro y es que esto les produce cierta irritación en las fosas nasales. También el alcohol puede tener un efecto narcótico sobre ellos, lo que podría llevarlo a sentirse incómodo si lo respira mucho.
Otro de los olores que irritan las fosas nasales de los perros y les generan estornudos y picores es el olor de los perfumes o el del esmalte de uñas ya que usan una gran cantidad de químicos, como puede ser la acetona. Vale resaltar que estos animales confían en su sentido del olfato para comprender el mundo que les rodea, por lo que los olores fuertes y artificiales pueden resultar confusos para ellos.
Otro aroma que les resulta intolerable a los perros es el de los cítricos. Puede suceder que a muchos de sus dueños les encante el aroma fresco, sutil y duradero que desprenden esos frutos, tanto que eligen productos de limpieza o ambientadores para que la casa se impregne de esos perfumes. Vale mencionar que el olor a limón, naranja, pomelo y mandarina, es uno de los más odiados por nuestros perros, tanto en su versión natural, -la fruta en sí-, como más aún en forma de aceites esenciales, más concentrados, ya que pueden irritar su nariz y mucosa.
