El Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que compromete la salud integral del individuo. Especialistas sostienen que los síntomas se dividen en aquellos que son habituales y frecuentes, y por otro lado los menos comunes, que podrían alertar a las personas sobre la presencia de la enfermedad e iniciar un tratamiento temprano. En este contexto, te enseñaremos cuáles son los síntomas que pueden señalar el comienzo de dicho trastorno.
Existen signos y síntomas de la enfermedad del Parkinson que se presentan de diferentes formas en cada persona, por lo tanto es importante acudir a un profesional de la salud cuando surjan las primeras señales. Las más habituales tienen que ver con temblores que inician en una extremidad, frecuentemente en manos o dedos. En este caso, la enfermedad genera que el pulgar e índice comiencen a frotarse involuntariamente. También la mano comienza a temblar cuando está en reposo. Sin embargo, hoy pondremos énfasis en aquellas señales que no son tan reconocidas.
En primer lugar, los problemas de digestión y los movimientos intestinales son un gran problema para las personas con Parkinson y, según recientes investigaciones, estos problemas pueden comenzar mucho antes del temblor y de los movimientos que llevan a que alguien sea referido a un neurólogo. En gran parte de los casos, las personas desarrollan estreñimiento por muchas razones diferentes, pero está claro que quienes que viven con esta enfermedad tienen problemas con los movimientos intestinales. El estreñimiento puede ser una de las características más tempranas, ya que ocurre hasta 20 años antes de que se diagnostique.
Otra de las señales más frecuentes de la enfermedad de Parkinson es la bradicinesia. Este síntoma causa lentitud en los movimientos, retardándolos ya sea en tareas simples o en otras más complejas. Por ejemplo al caminar o presentando dificultades y agilidad para levantarse de la silla. Además, la rigidez muscular resulta ser el signo más popular en esta enfermedad, produciéndose en cualquier parte del cuerpo, provocando dolor y limitando la amplitud de movimiento.
Por último, y no menos importante, distintos equipos multidisciplinarios de salud sostienen que existe un conjunto de señales que será clave para detectar la enfermedad de Parkinson: pérdida de olfato, problemas en la piel y trastornos en el sueño. Ante estas señales, será crucial acudir al médico ya que estos pueden confundirse con otras patologías y, por lo tanto, se dejará de brindarle la importancia necesaria.