Las arañas son uno de los insectos más repudiables que pueden aparecer en el hogar. Es que los arácnidos tienen un aspecto que nos causa impresión, por lo que podemos huir cuando los vemos o tomar coraje y pisarlos. Sin embargo, recientes investigaciones determinaron que no tenemos que matar estas plagas, más allá de que tengamos aracnofobia.
Seguramente has puesto en práctica técnicas para mantener alejados a estos insectos. Cuando tomamos el coraje de enfrentarlas, la pisamos con nuestro calzado y no le damos oportunidad para que sobrevivan, o rociamos repelente de arácnidos por todo nuestro hogar, evitando así que aquellos que no vemos desfilen por nuestros pisos o habiten los muebles. Pero es importante saber que no tendremos que matarlas por lo que significan para el ecosistema.
En primer lugar, es menester tomar conocimiento de que las arañas cuentan con una mala reputación porque no son peligrosas (salvo casos especiales, como las que encontraríamos en un bosque, por ejemplo). Pero todos los arácnidos de casa no tienen veneno, por lo que no son un riesgo para nuestra salud.
Dicho esto, la presencia de estos insectos en casa es más que importante ya que comen moscas, mosquitos y todos los demás voladores. Además, se alimenta de las plagas de cochinillas, pulgas y chinches, que podrían dañar el sofá, a las mascotas y hasta los muebles y la ropa. En consecuencia, representa uno de los mejores insecticidas naturales. Es entonces, más saludable para los humanos que los productos que podemos encontrar en el supermercado. Incluso una araña puede comerse a otra.
En la misma línea, las arañas son importantes para la humanidad debido a que los venenos de estas plagas pueden ser la solución para nuevos medicamentos. A su vez, científicos estudian las propiedades mecánicas y químicas de sus tejidos, que son excepcionalmente resistentes y que también podrían permitir producir los apósitos del futuro. En consecuencia, los arácnidos son claves en el hogar y también en laboratorios.