Haz tu denuncia aquí
ESCAPADA H

Fin de semana de historia y aventura en el Puerto de Veracruz

La ciudad de Veracruz es conocida como la Puerta de México al Mundo, un sitio en donde la música nunca falta y la Historia sorprende a cada paso

ESTILO DE VIDA

·
Puerto de Veracruz.Créditos: Cortesía

Religiosamente a partir de las 8:00 y hasta las 23:00 hrs., el reloj monumental del Faro Venustiano Carranza del malecón de Veracruz, pone a trabajar su carrillón, para cada 60 minutos, despertar con nostalgia y al son de los acordes de “Veracruz”, de Agustín Lara, a la gente que camina por la macroplaza. 

Desde 1940, todos los días y cada hora, se escucha entre las sirenas de los barcos cargueros y el vaivén del mar a este órgano que, pareciera mandar el firme recordatorio de que en el puerto jarocho lo único que nunca cesa es la música. 

Faro Venustiano Carranza del malecón de Veracruz. 
Foto: Miriam Lira

Por las noches danzón y en el día un sinfín de sones. Así, en cada esquina, grupos de músicos se hacen de su público; la mayoría van acompañados por una pareja de bailarines, quienes cargan una tarima portátil, para que su zapateado se escuche con fuerza. 

Las costas veracruzanas fueron descubiertas un Viernes Santo, el 22 de abril de 1519, por Hernán Cortés, quien llegó a las playas de Chalchihuecan, lo que hoy es San Juan de Ulúa y, desde entonces, el puerto ha sido la puerta de México al mundo, por su gran intercambio comercial. 

Para entender la llegada de los españoles a tierras mexicanas un paseo imperdible es a La Antigua, sitio en donde podrás conocer la primera aduana del continente, explorar las ruinas de la primera casa de Hernán Cortés en México y la primera iglesia de América. 

CON ALMA JAROCHA

 El centro se vive y recorre caminando a paso lento sobre el malecón y entre sus callejuelas, siempre en compañía de una nieve de ¡Pásele Güero Güera!, una gloria (raspado en vasito con plátano macho machacado, hielo, jarabe de fresa o durazno, leche condensada, evaporada, vainilla, canela y siempre coronada con una galleta), o ya de perdida un café lechero. 

Centro Histórico del Puerto de Veracruz. Foto: Miriam Lira

Lo ideal es hospedarse a unos pasos del malecón, para disfrutar la esencia del puerto. Una ubicación inmejorable es la que tiene el hotel Double Tree  (@doubletree_veracruz) que, además de contar con habitaciones con muy bellas panorámicas a los cargueros y San Juan de Ulúa, ofrece atención personalizada para entrar en contacto con los mejores touroperadores de la región como Tours y Tickets (@yoamoveracruzmx) con quienes puedes organizar excursiones a los rápidos de Jalcomulco, Catemaco, Tajín y Papantla, por mencionar algunos destinos. 

Para empezar puedes explorar con ellos, a bordo de un tranvía de dos pisos ($60 por persona), los puntos estratégicos del Centro Histórico. El recorrido es mucho más cómodo y divertido por las noches, ya que el sol no te juega en contra. Al descender de él puedes cruzar la calle y cenar en La Parroquia de Veracruz (@la_parroquia), café emblemático del que no puedes irte sin comer una bomba, que no es más que una concha dulce rellena de frijoles y una gordita de anís, acompañada por supuesto de un café lechero, para que te lo sirvan de inmediato llama a tu mesero golpeando tu vaso, levemente, con la cuchara. 

Danza y sazón en La Parroquia de Veracruz. Foto: Miriam Lira

PARAÍSO INEXPLORADO 

Las playas del puerto de Veracruz han sido injustamente calificadas, sin embargo, la mayoría cuenta con atractivos poco explorados por los viajeros, tal es el caso de la Isla de Sacrificios, en donde antiguamente los totonacas realizaban sacrificios y enterraban a la clase alta. Desde hace 10 años, el paso al turismo está prohibido, pero puedes acercarte a su costa en kayak y paddle board, para realizar ahí snorkel, si tienes suerte podrás ver tortugas carey y un sinfín de peces de colores.  

Playa La Bamba. Salida de excursión en kayak a la Isla de Sacrificios. Foto: Miriam Lira

El recorrido desde Boca del Río es de 3km, aprox. Ve con los mejores Monkey Fish (@monkeyfishveracruz) cuenta con todas las certificaciones de seguridad, para que tu única preocupación sea pasarlo bien. Además de esta actividad ellos te pueden dar paseos en velero, llevar a practicar sandboard, dar clases de surf y dar vuelos en parapente. 

DE VISITA A JALCOMULCO  

A hora y media del puerto de Veracruz se encuentra México Verde (@expedicionesmexicoverde) un espacio idílico para los amantes de la adrenalina y los deportes extremos. Este campamento, en el que puedes realizar glamping, está diseñado para desconectar, la señal es mínima y el contacto con la naturaleza es intenso. Uno de sus principales atractivos es el rafting, el cañonismo y su circuito de tirolesas.  

Rafting en Jalcomulco, Veracruz.
Foto: Miriam Lira

De vuelta al puerto y, de despedida, visita los toritos (aguardiente de caña con leche) La Chata, la bebida perfecta para ponerse al tono de cualquier son. 

Cerca del puerto

Organiza un paseo a chachalacas, a 50 minutos del puerto. Ahí podrás asombrarte con enormes dunas de arena, que dan la impresión de estar en medio del desierto, y practicar sandboard con @yoamoveracruzmx.

Tesoros arquitectónicos

La ciudad cuenta con un sinfín de edificaciones neoclásicas y coloniales. En cada esquina, el puerto es muestra del paso de los siglos y de su importancia comercial para México y el mundo.

¿Cómo llegar?
Es muy sencillo hacerlo en coche, sin embargo, líneas aéreas como Aeromar cuentan con vuelos directos al Puerto de Veracruz. Vale mucho la pena viajar en aviones de hélices, ya que al volar más bajo el espectáculo visual es impresionante. 

Arquitectura del Puerto de Veracruz. Foto: Miriam Lira.

Un paraíso para los sentidos

Tres platillos veracruzanos que debes probar.

Arroz a la tumbada

Este platillo de arroz con mariscos es originario de Alvarado, Veracruz. Su curioso nombre proviene de la forma en la que se prepara, ya que al final se tumba la preparación al plato.

Bomba veracruzana

Este platillo nació en el puerto y en específico en el popular Café de la Parroquia. Su preparación es muy sencilla, ya que sólo consiste en una concha dulce rellena de frijoles.

Bomba veracruzana.
Foto: Miriam Lira

Gorditas dulces

Muy populares en todo Veracruz, tienen la particularidad de que su masa se mezcla con piloncillo y anís, se fríen en manteca de cerdo y se sirven calientes y acompañadas de café.