El termino metabolismo es muy utilizado, y se refiere al conjunto de procesos físicos y químicos que ocurren en las células, el cual se encarga de convertir los nutrientes de los alimentos en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla con todas sus funciones. En ocasiones este proceso es culpado por la perdida de peso y a continuación te daremos algunos pasos para que puedas cambiarlo.
Un metabolismo más rápido suele ser bueno para que el cuerpo almacene menos grasa y evitar problemas de sobre peso. De acuerdo con algunos investigaciones, este se puede manipular con cambios relativamente simples en el estilo de vida, el cual determina el ritmo del proceso.
4 pasos para cambiar tu metabolismo
Muchas personas que buscan adelgazar y no lo consiguen tienen que buscar formas de acelerar tu metabolismo, esto es, las calorías que quemas en reposo. Aunque tener un metabolismo rápido o lento depende mucho de nuestra genética, hay ciertos pasos que se pueden seguir para acelerarlo y a su vez ayudar al organismo a perder peso más rápido.
1. Desayuno, siempre
No desayunar o desayunar poco es una acción equivocada, pues el desayuno es, posiblemente, la comida más importante del día. Las investigaciones han demostrado que las personas que desayunan bien queman más calorías durante el día.
2. Horario regular de comidas
Para que tu cuerpo funcione de la mejor forma es importante que tengas un equilibrio en cuanto a cantidad y regularidad en las comidas. Hacer las ingestas a las mismas horas puede ayudar a mantener el equilibrio metabólico a buen ritmo. Lo ideal es hacer pequeñas comidas a lo largo del día con una separación de tres o cuatro horas.
3. Beber suficiente agua
Además de para mantenerte hidratado, beber agua acelera metabolismo en un 24-30 por ciento, según han comprobado algunos estudios.
4. Controla los carbohidratos
Los carbohidratos son una excelente fuente de energía, y aunque han ganado mala fama, no debes eliminarlos sólo saber cómo consumirlos. Lo más recomendable es alimentarse con carbohidratos complejos, que son los que contienen un índice glucémico bajo, como el arroz integral, la mayoría de frutas y vegetales o la pasta integral, entre otros.
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