El pasado 4 de septiembre, el legendario guitarrista de Queen, Brian May, dio a conocer a través de su cuenta de Instagram que había sufrido un "leve derrame cerebral", mismo que lo llevó a perder el control de uno de sus brazos por algunos momentos. En su video, el músico de 77 años afirmó que la experiencia lo tomó por sorpresa y lo afectó tanto física como emocionalmente, describiendo el episodio como "algo aterrador".
Pero a pesar del susto inicial, a partir de ese momento su salud comenzó a mejorar con ayuda de médicos expertos que pudieron tratarlo a tiempo. De la misma forma, explicó que el incidente ocurrió algunos días antes de hacerlo público, pues el guitarrista prefirió pasar tiempo alejado de las redes para concentrarse en su recuperación y hacer saber a sus fans cuando se encontraba mejor.
Como era de esperarse, este problema de saludo generó una gran preocupación entre sus fans, quienes están muy familiarizados con la historia de problemas de salud que ha enfrentado el icónico guitarrista en los últimos años. Sin embargo, ha sido su esposa, Anita Dobson, quien hace algunos momentos ha dado algunas actualizaciones sobre el estado de salud actual del músico.
Anita Dobson habla del estado de salud de su esposo, Brian May
Fue a través de una entrevista con el medio internacional "The Sun", que la reconocida actriz de 75 años comentó que los médicos le han ordenado a May un reposo absoluto. "Le han dicho que debe descansar. Es difícil mantenerlo en reposo, pero necesita hacerlo; de lo contrario, no se recuperará”, comentó, añadiendo que su esposo está haciendo grandes avances: "Está yendo de maravilla, realmente está en el camino de la recuperación, y estamos muy contentos".
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Brian May también se ha pronunciado al respecto a través de sus redes sociales, brindando tranquilidad a sus seguidores con un mensaje en el que aseguró estar cumpliendo con las indicaciones médicas, las cuales incluyen evitar actividades físicas que puedan aumentar su ritmo cardíaco. "Estoy bien y haciendo lo que se me ha dicho, que básicamente es nada. Estoy en reposo, no me permiten salir, conducir, subirme a un avión ni elevar mi frecuencia cardíaca. Pero estoy bien", mencionó el músico en el video.
Lamentablemente, esta no es la primera vez que el legendario guitarrista se enfrenta a problemas de salud serios, pues en el 2020, el May fue hospitalizado tras sufrir un ataque al corazón que resultó de una enfermedad arterial severa; en esa ocasión, los médicos descubrieron que tenía tres arterias obstruidas, lo que lo colocó en una situación crítica.
En sus declaraciones posteriores, May confesó que estuvo "muy cerca de la muerte" y expresó su gratitud hacia los profesionales médicos que lo atendieron. Además, señaló que su experiencia le hizo reconsiderar su estilo de vida y poner más atención a su salud, aunque no ha sido fácil para el músico desacelerar su ritmo de vida activa.
Si bien el guitarrista ha pasado por momentos difíciles en términos de salud, su actitud positiva y el apoyo incondicional de su esposa y sus seguidores parecen ser clave en su recuperación. Y con el futuro de Queen en pausa temporal, May tiene el tiempo y el espacio necesarios para enfocarse en su bienestar, un recordatorio de que incluso los héroes del rock necesitan descansar para poder seguir brillando en el escenario.
¿Qué es un accidente cardiovascular, mismo que sufrió Brian May?
El accidente cerebrovascular es una afección que se produce cuando el flujo de sangre al cerebro se ve interrumpido, lo que puede ocasionar daño cerebral si no se trata de inmediato. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa principal de muerte a nivel mundial, lo que pone en perspectiva la gravedad del incidente sufrido por Brian May.
De esta forma, Brian May sufrió un accidente cerebrovascular menor, lo que significa que experimentó una interrupción temporal en el suministro de sangre al cerebro, pero el daño fue limitado. Estos tipos de accidentes, también conocidos como ataques isquémicos transitorios (AIT), son episodios breves que no suelen causar daño cerebral permanente si se tratan a tiempo.
Sin embargo, son una advertencia de que podría ocurrir un derrame cerebral más grave en el futuro, por lo que es crucial seguir un tratamiento adecuado, por lo que la recomendación de los médicos a May de descansar y evitar actividades físicas intensas está alineada con la necesidad de reducir el riesgo de un episodio más severo.