CINE MEXICANO

FOTOS | La hacienda en Edomex donde Pedro Infante grabó una exitosa película al lado de una reconocida actriz mexicana

Esta producción cinematográfica biográfica sigue la historia de un famoso compositor y músico mexicano que obtuvo reconocimiento mundialmente

ESPECTÁCULOS

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La película que se filmó en el parque Molino de las Flores. FOTO: Especial

Sin duda existen lugares emblemáticos que han pasado a la historia a través del cine y el correspondiente a la época de Oro no es la excepción; en un lugar muy cerca de la Ciudad de México se filmó una cinta biográfica musical mexicana, la cual fue dirigida por Ismael Rodríguez y protagonizada por Pedro Infante, Beatriz Aguirre y Andrés Soler.

Se trata del Parque Nacional Molino de las Flores, el cual se encuentra ubicado en el municipio de Texcoco, en el Estado de México; uno de los atractivos más importantes y con más antecedente histórico de este parque es la ex hacienda colonial la cual se divide en importantes espacios que abarcan gran parte de todo el lugar, de los cuales destacan la fábrica de pulque y una fábrica de telas para vestir santos de las primeras iglesias en la zona.

La zona de dormitorios de la ex hacienda en Texcoco. FOTO: Haniel Mata

Filmaron en el Molino de las Flores

En 1585, Pedro de Dueña adquirió esta propiedad y decidió construir un molino de trigo para la elaboración de pan al mismo tiempo que trabajaba el batán, pero fue en 1599 que dejó de funcionar; posteriormente el lugar pasó a manos de Antonio Urrutia de Vergara quien luego se lo heredó a su yerno Antonio Flores Valdés, adoptando su nombre más popular: “Molino de las Flores”.

En este lugar se llevaron a cabo algunas de las filmaciones de escenas para esta cinta que se centra en la vida del compositor Juventino Rosas Cadenas, quien nació en Santa Cruz, Guanajuato el 25 de enero de 1868; también fue un músico mundialmente conocido por el vals “Sobre las Olas”, mismo título de dicha cinta de 1950.

"Sobre las olas" sobre la vida de Juventino Rosas

En esta historia se retrata el gran talento que poseía Juventino Rosas, pero también cómo a lo largo de su vida se le presentaron momentos mayormente desafortunados y en la pobreza; falleció en Mayabeque, Cuba el 9 de julio de 1894 a los 26 años de edad a causa de una mielitis espinal.

Desde pequeño, Juventino se mostró con gran capacidad y sensibilidad ante la música, así que su padre fue quien lo empezó a guiar en este gremio y le enseñó a tocar violín, su instrumento preferido; también vivió desde joven en una vecindad ubicada en el barrio de Tepito en la Ciudad de México donde se desempeñó como campanero, violinista y cantor de los servicios religiosos de la Iglesia de San Sebastián.

La iglesia dentro de la ex hacienda. FOTO: Haniel Mata