El pasado 6 de mayo se llevó a cabo la ceremonia de coronación del rey Carlos III. Las miradas del mundo se centraron en la Abadía de Westminster para presenciar un nuevo momento histórico de la realeza británica y el significado que ello tiene para los integrantes de la familia real.
Mientras todo giraba en torno al rey Carlos III, los medios de comunicación y los millones de espectadores se mantenían pendientes de cada detalle alrededor de la ceremonia. En este marco, algunos repararon en los nietos del rey, principalmente en el pequeño Louis cuyos gestos y travesuras se llevaron casi todas las miradas.
El enojo del rey Carlos III en su coronación
Otro de los puntos que no pasó desapercibido fue en la previa a la gran ceremonia. Hubo demoras al iniciarse la misma y algunas modificaciones en el protocolo diagramado para la coronación de Carlos III. Esta situación se hizo visible en el rostro del principal protagonista de 74 años.
“Estoy preocupado por el tiempo. Quiero decir que ha pasado más tiempo esta vez y, bueno, quiero decir, ¡mira! Lo sé”, habría manifestado Carlos III, según reveló un especialista en lectura de labios en entrevista con a un medio de comunicación británico. El motivo fue más que evidente, los príncipes de Gales, William y Kate Middleton llegaron tarde a la ceremonia, atrasando el evento y enfureciendo al monarca.
La impuntualidad del príncipe William y de su esposa Kate Middleton, junto a sus hijos Charlotte y Louis, fueron un detonador para el visible enojo de Carlos III. Sin embargo, no fue el único que sorteó un duro momento ya que el príncipe Harry, sobre quien había mucha expectativa, también se mostró con un rostro preocupado e incómodo durante la ceremonia en la Abadía de Westminster.
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La coronación del rey Carlos III en la Abadía de Westminster, el suceso del año