Rapsodia Bohemia, la película sobre Freddie Mercury y Queen, ha sido todo un éxito, que además del fervor del público obtuvo cuatro Oscar, produjo varios efectos colaterales. La música del grupo británico volvió a escucharse por todas partes, los productores de Hollywood salieron en estampida a buscar historias similares para filmar, y personajes cercanos a Freddie Mercury, secundarios en la película, empezaron a ser descubiertos.
Entre estos personajes que tomaron un rol importante en la vida de Freddy Mercury se encuentran Mary Austin, la primera novia y albacea del cantante, John Deacon, el bajista de Queen que se alejó , y también a Paul Prenter, manager y pareja del líder de la banda.
Paul Prenter, sin dudas, era el personaje menos conocido del entorno de Freddy Mercury al que conoció en 1975. Pero con el éxito cinematográfico todos fueron detrás de su historia. No es para menos. Este trabajaba en una radio de Belfast donde pasaba discos de soul y oldies por las noches. Con el tiempo iba a ir ganando un lugar destacado en la vida del cantante, ya que fue su amante, asistente personal y luego, su manager.
Muchos ven a Prenter como una especie de Yoko Ono de Queen. En 1982 la banda editó el peor de sus discos, Hot Space. Un híbrido sin rumbo ni fuerza que mostrara al grupo desorientado, solo salvado por esa joya indeleble que es "Under Pressure" en colaboración con David Bowie. Los otros miembros de la banda endilgan ese fracaso a Paul Prenter y a su (mala) influencia en Freddy Mercury.
En mayo de 1987 Freddie Mercury ocupó la portada de los diarios sensacionalistas ingleses por varios días ya que Prenter vendió a su viejo amigo por 32 mil libras de la época. En un cruel goteo, The Sun fue publicando las declaraciones del amante del cantante a diario. Primero llevó a la tapa la noticia de que dos de los amantes de Mercury habían muerto de sida.