Una de las figuras que le dieron vida y realce al cine mexicano en su época dorada y además ayudaron a que los cantantes tanto de música vernácula como de ópera protagonizaran varios de los éxitos de aquella época, fue sin lugar a dudas Jorge Negrete, el famoso “Charro Cantor”.
Negrete es uno de los cantantes y actores de mayor renombre en la escena fílmica nacional, después de una vasta carrera en el Heroico Colegio Militar donde se graduó como teniente de Caballería y Administración en el Ejército Mexicano; luego de esa formación todavía efectuó estudios militares en París y Roma.
En forma paralela, el nacido en Guanajuato, tomaba clases de canto con el reconocido maestro José Pierson, quien lo ayudó a integrarse a las barras programáticas del radio, el medio de comunicación de mayor penetración en aquellos años.
En el año de 1930 cantó por primera vez en la XETR pero no como lo conocemos actualmente con música vernácula o popular, Jorge Negrete entró por la puerta grande cantando arias de ópera cuando apenas rebasaba los 20 años de edad, como el siguiente video en el que canta “O Sole Mio” del poeta italiano Giovanni Capurro.
Una figura en toda la extensión
Después de cantar ópera (llegó a grabar algunas óperas en 1932 bajo el seudónimo de Alberto Moreno) y actuar en la radio y en revistas musicales de su país, Negrete trabajó también en los más prestigiosos escenarios de Estados Unidos, desde donde saltó a los grandes teatros mundiales, en los que su sola presencia abarrotaba teatros, cerraba calles, armaba toda una fiesta, como cuando cantó en el Teatro Colón de Buenos Aires, vestido de gaucho.
De ahí pasó a Chile, luego a Perú en donde fue largamente ovacionado y después dio el salto a la madre patria, España, lugar en el que se topó con una reticencia por parte del régimen Franquista, por sus ideas liberales que no le agradaban al dictador y por las que México rompió relaciones diplomáticas en aquella época.
Sin embargo, su ingreso al cine que finalmente fue su aparador para mostrarse al mundo, lo llevaron por el camino de la música ranchera, un espacio que estaba reservado para otro tipo de cantantes, pero el talento de Jorge Negrete le abrió las puertas para interpretar con maestría la música vernácula y además hacerlo con un toque muy singular (su tesitura es de un Barítono), lo que le dio la oportunidad de trascender con su voz a través de la imagen de las películas.
¡Ay Jalisco no te rajes! fue una de sus primeras incursiones en el cine, interpretando música ranchera, a lado de Gloria Marín con quien sostuvo una relación que duró 10 años y desde entonces intervino en un total de treinta y ocho películas, popularizando la imagen del protagonista de las “comedias rancheras” en las que encarnaba al personaje del llamado “charro cantor”, macho, viril, valiente, buen tipo, adinerado y desde luego, mujeriego.
Esa imagen de Jorge lo acompañó hasta los últimos días de su vida, no sin antes haber compartido set de filmación con figuras de la talla de Pedro Infante (quien dijo que Jorge era su ídolo), la doña María Félix (con quien se casó) e innumerables actores y actrices del cine mexicano, mientras que otros cantantes de música de ópera, vieron en él un ejemplo de cómo se debía cantar ese género, como el caso de Alfredo Kraus y Plácido Domingo.
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