"No hay mejor manera de recordar el legado de Vicente Fernández que cantando sus temas a tope”, gritó Alejandro Fernández durante su concierto del jueves en Acapulco, antes de entonar un popurrí con temas como “Por tu maldito amor”, “Mujeres divinas”, “Acá entré nos”, “La puerta negra” y “El Rey”.
El cantante recordó a su papá, con lágrimas en los ojos, casi al finalizar su concierto, lo que provocó euforia entre las más de seis mil personas que asistieron a la Arena GNP Seguros de Grupo Mundo Imperial, ubicada en la Riviera Diamante Acapulco.
El show comenzó a las 22:15 horas cuando el intérprete salió al entarimado y de inmediato el público se unió en un solo grito para recibirlo al ritmo de “Tantita pena”, para seguir la primera tanda de éxitos con “Es la mujer” y “Estos celos”.
“¡Muy buenas noches Acapulco! Durante todos este tiempo muchos hemos pasado por momentos difíciles y hemos perdido a seres queridos. Así que esta noche los invito a que la música nos ayude a recordarlos y que sea como una medicina que nos una y nos llene de alegría. Gracias Acapulco. ¿Están listos? Gracias, una vez más por acompañarnos esta noche”, dijo el intérprete al saludar al público.
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Pese al calor, lució su traje de charro
La noche siguió con “Estuve”, “Hoy tengo ganas de ti” y “La mesa 20”; Alejandro, sin importar el calor, lució su traje de charro y sombrero con orgullo; acompañado de dos coristas, un mariachi, integrado por 11 músicos, y una banda, entre los que destacaban la batería y dos teclados. El escenario estaba adornado con pantallas rectangulares de distintos tamaños al centro y dos más grandes a los laterales, en las cuales se proyectaban imágenes de colores y texturas mexicanas.
La fiesta apenas empezaba y ya sonaban los hits: “Unas nalgadas”, “Más no puedo”, “Mátalas” y “No lo beses”, todas fueron coreadas por el público que desde dos horas antes llegó para no perderse cada detalle el show del intérprete y disfrutar del lugar, ya que “El Potrillo” fue el primer artista en presentarse en la Arena GNP Seguros de Grupo Mundo Imperial, recinto que fue inaugurado en febrero pasado por el Abierto Mexicano de Tenis, y ahora él engalanó el sitio con su mariachi.
Hecho en México: La gira que lo ha marcado
El heredero del talento de Vicente Fernández (q.e.p.d.) llegó a la Riviera Diamante Acapulco con su gira “Hecho en México”, encontrándose con los acapulqueños por primera vez, después de la emergencia sanitaria de COVID-19.
“A lo largo de la cuarentena me moría de muchas ganas por estar en un escenario para celebrar que tenemos vida. Viena una parte importante del concierto y los quiero invitar a que sientan que están en la sala de su casa, nos vamos a desnudar el alma y el corazón…”, señaló el intérprete antes de cantar “Por tu adiós” y “A qué sabe el olvido”. También mencionó que durante el confinamiento trabajó con Christian Nodal en dos canciones, siendo “Duele” su favorita.
La sala de la casa a la que había remitido a los presentes momentos antes, se convirtió en una pista de baile con los acordes de “Sé que te duele”, y en un karaoke con “Te voy a perder”, “Te olvidé”, “Decepciones” y “Mentí”, en ésta canción mencionó a su papá por primera vez, ya que fue la última que grabó con él, escuchándose la voz de “Chente” durante la interpretación.
El show se acercaba a su final, más no la energía de “El Potrillo”, ni del público que seguía cantando a todo pulmón “Me dediqué a perderte” y “Como quien pierde una estrella”, con este último se despidió del sitio entre aplausos. Pero ante los gritos que pedían otra canción, acompañada de las luces de los celulares , el cantante regresó para ahora si despedirse con “Canta corazon”, “Caballero” y “Se me va la voz”, aunado al popurrí de “Chente”, uno de los momentos más emotivos y cerrando con gran éxito la noche, tras más de dos horas de música.
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