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Funeral de Lady Di: La emotiva canción que Elton John interpretó para despedirla | VIDEO

La pérdida de la princesa significó un golpe muy duro para su familia y amigos. Uno de los que tenía un sólido vínculo con Lady Di era el cantante británico Elton John.

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Foto: Instagram/ @eltonjohn

El 31 de agosto de 1997 el mundo se tiñó de luto. Luego de que Diana de Gales, sufriera un accidente automovilístico que le quitó la vida en París, en el Hospital de la Pitié-Salpêtrière. La princesa se encontraba junto a su novio Dodi al-Fayed, cuando el vehículo en el que viajaban impactó contra la columna número 13 del Puente del Alma

La pérdida de la princesa significó un golpe muy duro para su familia y amigos. Uno de los que tenían un sólido vínculo con Lady Di era el cantante británico Reginald Kenneth Dwight, mejor conocido como Elton John

La amistad entre Elton y Diana comenzó durante una fiesta en honor al príncipe Andrés de York en el Castillo de Windsor

En el evento bailaron Charleston y ese fue el inicio a una grandiosa amistad. Sin embargo, el cantante y la princesa se distanciaron por un tiempo, cuando Diana se negó a escribir un prólogo para el libro 'Rock and Royalty', de el diseñador Gianni Versace

Al morir el reconocido diseñador, en Julio de 1997, se reconciliaron y acudieron juntos a la ceremonia que se le realizó. Esto fue un mes y medio antes de la trágica y temprana partida de Lady Di

Detrás de 'Candle in the wind'

A poco más de un mes de haber perdido a su amigo Gianni Versace, Elton John recibió otro duro golpe cuando la princesa Diana perdió la vida. 

'Candle in the wind' resurgió tras el accidente de Diana de Gales, pero la letra de la canción hablaba de otra mujer elevada a leyenda después de morir joven. El tema formaba parte del séptimo trabajo de Elton, el álbum doble 'Goodbye yellow brick road', publicado en 1973

Mientras Elton se preparaba para asistir al funeral de Diana, el multimillonario Richard Branson, dueño de Virgin, llamó al músico. Le contó que en la radio la audiencia le pedían constantemente una vieja canción suya. Es más, en el libro de condolencias dispuesto para la gente en el palacio de St.James, citaban extractos de la letra. Se trataba de “Candle in the Wind”, un tema que incluyó en el celebrado álbum Goodbye Yellow Brick Road (1973). Entonces, Branson le lanzó el desafío: ¿aceptaría cantar la canción en el funeral?

“No me lo esperaba -recuerda el autor de “Rocketman”-. Creo que la familia Spencer había hablado con Richard porque tenían la sensación de que el funeral tenía que ser algo con lo que la gente pudiera conectar: no querían un acontecimiento real severo y distante lleno de pompa y protocolo, pues aquello no habría encajado en absoluto con la forma de ser de Diana”.

Con poco tiempo, Elton reparó en un detalle: la canción original hablaba sobre Marilyn Monroe, de hecho en la primera línea la llama por su nombre real “Adiós, Norma Jeane”, por lo que se imponía trabajar en una reescritura de la letra. Y allí entró en acción su socio histórico, el letrista Bernie Taupin.

Taupin, un poeta y escritor, llegó a trabajar con Elton casi de casualidad al responder un aviso de la disquera A&R buscando talentos, en 1967. Ahí lo juntaron con el tímido y regordete músico de sesión Reginald Kenneth Dwight, quien ya firmaba como Elton John. Pronto forjaron un entendimiento a nivel artístico que funcionaba perfectamente, como engranes en un reloj. “Bernie escribe las letras y me las pasa y yo las leo, toco un acorde y algo toma el control y sale a través de mí a través de mis dedos”, detalla el músico.

Por ello, a la mañana siguiente, Taupin le envió a Elton la letra reescrita. Tras la aprobación de la familia Spencer, quedó todo listo. Solo restaba un detalle; el artista solicitó que le facilitaran un telepromter para leer la nueva letra de la canción. Temía confundirla con la original que solía cantar en sus shows. Más aún, cuando le dijeron que la transmisión sería televisada, vía satélite, a todo el mundo.

Con solo un ensayo, el día antes de la ceremonia, Elton John llegó a la abadía de Westminster acompañado de su pareja, David, y otro que también era cercano a Lady Di, George Michael. Llegó el 6 de septiembre, y el templo estaba repleto de celebridades: Tom Cruise y Nicole Kidman, Tom Hanks y Rita Wilson, entre otros.

Aún con el temor de equivocarse por la poca preparación en la letra, Elton John caminó hasta el piano que se encontraba a un costado de la iglesia. Pese a sus décadas de experiencia, el cantante se sentía inquieto. 

“Mentiría si dijera que nunca se me pasó por la cabeza que me iban a dos mil millones de personas, pero al menos iba a tocar mirando a la parte de la iglesia en la que estaban todos los representantes de las asociaciones benéficas a las que Diana había dado su apoyo”, rememora.

Llegó el momento y la transmisión televisiva se dirigió al musico quien se encontraba sentado en posición de concertista, listo para comenzar a tocar la introducción y comenzar la canción con:  "Adiós, rosa de Inglaterra. Ojalá crezcas siempre en nuestros corazones. Fuiste la gracia que se colocó, donde las vidas estaban destrozadas". 

“No recuerdo mucho de la actuación en sí misma, pero sí recuerdo el aplauso cuando acabé -detalla en sus memorias-. Parecía como si empezara fuera de la abadía de Westminster e irrumpiera luego en la iglesia, e imagino que eso era lo que la familia de Diana quería conseguir cuando me pidieron que cantara: conectar con la gente de afuera”.

Apenas terminó de tocar, Elton se levantó y se retiró. En el estudio Townhouse lo esperaba el legendario productor George Martin, el mismo que se hizo célebre por su trabajo con The Beatles, para trabajar una versión de estudio de “Candle in the Wind 1997”, como se le tituló. “La canté dos veces, de una toma, con el piano y me fui a casa”, detalla en su autobiografía.

El sencillo, que en su versión CD incluía además los temas “Something about the way you look tonight” y “You can make history (young again)” salió a la venta el 13 de septiembre de 1997. La gente llenó las tiendas para comprar, uno, cinco, diez copias del compacto. De inmediato llegó al número uno del Billboard Hot 100 y allí se quedó por catorce semanas. Es el segundo single más vendido de la historia.

Cuando llegó a su departamento desde el estudio, David tenía la transmisión televisiva del funeral puesta en un televisor en la cocina. En un momento, un plano abierto mostró a la multitud arrojando flores al paso del coche fúnebre que llevaba a la princesa hasta la casa familiar de Althorp donde fue sepultada. “Ahí fue que me vine abajo -recuerda Sir Elton-. No había sido capaz de mostrar una sola emoción en todo el día”.

Con el tiempo, Elton John tomó distancia del éxito de la canción y no la cantó más. Ni siquiera la original. Todavía le resonaban aquellos días de exposición mediática, tan caros a Lady Di.

“Me parecía como si la gente se estuviera regodeando en su muerte, como si el duelo por ella se les hubiera ido de las manos y se negaran a seguir adelante. Me parecía algo insano; morboso y antinatural. Estoy seguro que eso no es lo que Diana hubiera querido”.

Solo una vez, en 2007, a propósito del aniversario de la muerte de Lady Di, Elton volvió a cantar la misma versión.

 

 

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