El Chavo del 8 es uno de los programas televisivos más longevos en México, comenzó en 1973 y finalizó un 25 de septiembre de 1995, el serial está dividido en dos etapas históricas, una finalizó el 7 de enero de 1980, sin embargo, regresó a la pantalla con nuevos capítulos y con un giro (especialmente en el vestuario de sus personajes) en las historias para finalmente cerrar su ciclo en septiembre del 95.
El éxito de El Chavo del 8 fue tal que para 1973 era transmitido en varios países de Hispanoamérica y tenía altos índices de audiencia televisiva.
Se estima que en 1975 era vista por más de 350 millones de televidentes cada semana, dada la popularidad del programa, el reparto realizó una gira internacional que abarcó varios de los países en los que se transmitía el serial en ese entonces, en una serie de presentaciones donde bailaban y actuaban en vivo frente a un público.
Durante los 80 se especula que los roces entre Carlos Villagrán (Quico) y Roberto Gómez Bolaños, llevaron al final de aquella primera etapa, además de la partida de Ramón Valdés (Don Ramón), habrían sido los puntos fundamentales para terminar con el programa, cuando por fin regresó unos años después, Don Ramón sólo estuvo muy poco tiempo y finalmente falleció, mientras que Quico no volvió a estar en el programa, su lugar fue ocupado por el hermano de Roberto, Horacio Gómez Bolaños con el papel de Godínez.
La historia del Chavo no tiene un final específico, ha habido especulaciones al respecto, pero durante la primera etapa se menciona que el final estaría relacionado con la canción 'Qué bonita vecindad'. No obstante, 'La lavadora de Doña Florinda' fue el último capítulo que se transmitió como programa independiente en 1980, aunque sin hacer conclusiones sobre la vida de los personajes.
Segunda etapa
El programa comienza decaer de la misma manera que la salud del protagonista, en 1992 Gómez Bolaños decide terminar con el Chavo del 8, debido principalmente a sus problemas de salud y que consideraba que no era ético seguir interpretando a un niño de ocho años, por esa razón, Chespirito retira poco a poco los sketches del chavo y en su lugar le cede espacios a otros de sus personajes como el Dr. Chapatín, El Chapulín Colorado y un par de ‘adquisiciones’ recientes de la segunda etapa, los caquitos y los chifladitos.
El programa poco a poco pierde audiencia entre sus seguidores y las nuevas generaciones que ya no recuerdan a los personajes iniciales del programa, e incluso, no saben quiénes son Quico y Don Ramón, quien es la vecina bonita interpretada por Regina Torné, el atuendo original de la Chilindrina o las puntadas de la abuela de la Chilindrina.
Tiempo después, la producción dejó de realizarse por supuestos problemas entre María Antonieta de las Nieves y Gómez Bolaños.
En su lugar se repite hasta el hartazgo los sketches de los caquitos, los chifladitos y de vez en cuando aparecía la Chilindrina junto a Doña Clotilde, Doña Florinda y muy poco el Chavo.
Con esas tendencias y luego de un bajo rating, Televisa decide cerrar el ciclo exitoso del Chavo del 8 y saca del horario estelar de las 20:00 horas al programa que tradicionalmente permaneció por años, para darle espacio a las telenovelas hasta el día de hoy.
Teoría sobre el último capítulo
De acuerdo con el sitio web Chespirito.org, Roberto Gómez Bolaños, tenía planeado un final, pero este nunca vio la luz.
El escritor y comediante había planeado que el Chavo muriera atropellado por un auto al intentar salvar a un niño. La escena del niño muerto no se grabaría, pero sí se pensaba mostrar a personajes de la vecindad llorando sin consuelo y despidiendo a quien vivía en el barril café.
Bolaños pensaba que con esto se podía demostrar la bondad del protagonista. No obstante, Graciela Gómez hizo cambiar esta opinión. Ella se encontraba estudiando psicología y le expresó a su padre que darle fin de esa manera a la historia podía causar efectos negativos en los televidentes, sobre todo en los niños.