La época del Cine de Oro en México es reconocida por tener grandes producciones de renombre, mismas que contaban con actores y actrices de gran talla, mismos que impactaron no sólo en las audiencias mexicanas, sino también a nivel internacional.
Una de las mujeres que marcó la década de los 50, fue la actriz checoslovaca-mexicana Miroslava Esther, quien estuvo dentro de la época de oro del cine mexicano, trabajando así con personajes de la talla de Pedro Infante.
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En total, Miroslava actuó en 30 películas a lo largo de sus nueve años de carrera artística, estando incluso nominada en los premios Ariel por la cita las tres perfectas casadas de 1953.
Miroslava y sus intentos de suicidio
Uno de los temas más sonados en torno a la vida de esta actriz, es acerca de sus intentos de suicidio, pues a pesar de ser una actriz talentosa y muy bella, se le recuerda además de sus películas, por ser una mujer vinculada con el escándalo, esto debido a que en más de dos ocasiones intentó suicidarse.
Cuando ella era apenas una niña, los padres de Miroslava decidieron escapar hacia México en el año de 1941; la actriz de 15 años llegó a Mazatlán, Sinaloa, lugar en donde existen rumores de que llevó a cabo su primer intento de suicidio tras el fallecimiento de su novio militar.
Su segundo intento de suicidio llegaría un par de años después, cuando en 1942, la famosa vivió un episodio muy triste que le llevó a un segundo intento por quitarse la vida, ya que su madre murió a causa de cáncer.
Su tortuosa relación con Cantinflas
Uno de sus proyectos más importantes dentro del cine mexicano, fue la cinta en donde interpretó el papel estrella titulado “¡A volar joven!” en donde trabajó con Mario Moreno “Cantinflas”.
A partir de este momento, la vida de Miroslava daría un giro inesperado, pues sin pensarlo, terminó enamorada del actor y comediante, esto debido a que era una época en la que Mario Moreno "Cantinflas" se encontraba en la cima de su carrera, por lo que se había consolidado como uno de los actores más cotizados de la comedia a nivel mundial.
Esto, aunado a que Mario Moreno era un hombre respetuoso y amable, provocó que, de acuerdo con diversas fuentes, Miroslava terminara profundamente enamorada del famoso; sin embargo, él nunca le habría echo caso debido a que era fiel a el único gran amor de su vida: su única esposa, la bailarina Valentina Ivanova, originaria de Moscú.
Se sabe que la imagen de esposo fiel de Mario fue cuestionada en algunas ocasiones, principalmente cuando filmó ¡A volar joven!, en 1947, esto debido a que lo relacionaron con Miroslava, su co protagonista, por lo que el actor cómico optó por terminar la comunicación con Stern tras terminar la película, algo que representaría un doloroso golpe para Miroslava, quien tenía constantes recaídas en pensamientos suicidas, mismos que incrementaron tras su distanciamiento con Cantinflas.