En Envinadas, el canal de YouTube que Mariana Botas tiene junto a Jessica Segura y Daniela Luján, la actriz de Una Familia de Diez habló por primera vez de las dificultades de ser una niña actriz y de los sacrificios que tuvo que hacer para trabajar en el medio artístico.
En su más reciente video “Ventajas y desventajas de ser niñas actrices”, las tres mujeres compartieron sus experiencias en el mundo de la actuación y la forma en que entraron al medio siendo apenas unas niñas.
Mariana Botas, quien actualmente tiene 31 años, empezó su carrera artística a los 5 años de edad en el concurso Miss Chiquitita con Don Francisco. Después vendría la producción de Televisa “Una luz en el camino” de la cual fue protagonista en 1998, lo que marcó su despegue en el mundo de la actuación. Pronto se convirtió en una estrella infantil de las telenovelas igual que Daniela Luján, quien “Con el Diario de Daniela” se volvió la reina de las telenovelas para niños en la época de los noventas.
Mariana Botas también ha actuado en más de 70 comerciales e incluso ganó el Premio Bravo en 1999 en la categoría de mejor actuación infantil por su personaje de Una Luz en el Camino. A su corta edad, su carrera como actriz se estaba consolidando en México. Siendo menor de edad, no paraba de trabajar y dividía sus esfuerzos entre Televisa y las clases particulares que tomaba en el set para no atrasarse en la escuela.
En 2007, cuando Mariana ya contaba con 17 años se estrenó Una Familia de Diez. Su éxito ha sido tanto que ya lleva más de 10 temporadas al aire. Los capítulos de la serie están disponibles en internet y hasta ahora es uno de los productos más vistos de Televisa.
¿Cuál fue el sacrificio que hizo Mariana Botas para estar en Una Familia de Diez?
Mariana narra en Envinadas que ella estaba en la preparatoria cuando le llegó la propuesta de actuar en Una Familia de Diez. Para ese momento, la actriz se estaba dando un respiro del mundo de la actuación y estaba disfrutando de una adolescencia “normal”.
“Yo era muy feliz en mi etapa de prepa, me sentía por fin como una niña normal. No estaba trabajando en ese momento y yo iba feliz todos los días a la escuela y de repente me hablan de la oficina de Jorge (Ortiz de Pinedo) para ofrecerme una Familia de Diez”.
“Yo estaba firme en mi decisión de no dejar la prepa. Me entregan el libreto y al leerlo dije: Creo que sí voy a tener que dejar la escuela. Yo estaba muy contenta de ser una niña normal, iba todos los días a la escuela y no hacían excepciones. Me costó mucho trabajo salirme porque estaba viviendo una etapa increíble en mi vida. Yo sí sufrí por salirme de la prepa”.
Mariana Botas resalta que fue la mejor decisión que pudo haber tomado, pues “Martina” es un personaje hecho a su medida y Una Familia de Diez la regresó al estrellato del que gozó siendo una niña.
