Una opción auténtica, real, así como una mujer común y corriente con prácticamente una vida dedicada al servicio público, son los conceptos con los que Alejandra del Moral espera que la recuerde la gente durante y después de la campaña para la gubernatura del Estado de México.
La priista es la apuesta que tienen el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional, el Partido de la Revolución Democrática y Nueva Alianza para conseguir su primer gobierno de coalición en la historia en el país. Para ella, apunta, la batalla electoral ha sido toda una revolución, debido a que ha tenido que compaginar el ser madre, candidata y esposa.
"Mis hijos están muy chiquitos, pero acabo de ser mamá porque mi marido que me ayuda ya se ganó el cielo, me quiere, me acompaña".
"Me casé con un tipo espectacular".
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"Es que soy mujer, siempre podemos"
Una de las constantes en la vida de la aspirante a la gubernatura, apunta, es la tendencia a estar pendiente de sus hijos aunque no siempre esté en casa debido a su trabajo político. Ellos, asegura, entienden su estilo de vida en el que lo único que le hace falta es tiempo. Descartó arrepentirse de haber incursionado en su profesión, debido a que entró en el servicio público siguiendo a una convicción y no por una idea de demostrarle nada a nadie.
"Yo sí creo que el es la autopista que le ayuda a la gente a cumplir sus sueños".
Indicó que sus objetivos dentro del gremio es que se demuestre que el sexo o la juventud no son ningún tipo de impedimento para poder trabajar para cambiar la realidad de las personas. Pese a que su padre era militante del PRI y sentía pasión por el partido, nunca fue funcionario público. Esta situación la acercó a este grupo.
El secuestro que le cambió la vida
La aspirante de Va por México asegura que el parteaguas en su vida llegó en 2002, cuando fue secuestrada en el Edomex. En ese entonces tenía 18 años de edad. Tras ser liberada, solamente podía sentir un resentimiento con el Estado por no haberla protegido de este delito.
Fueron seis días en las que estuvo capturada. A la larga, esta experiencia le fue de ayuda para entender que quería hacer algo para modificar la realidad que le había tocado enfrentar. Los detalles de las negociaciones fueron manejados por su padre Ismael del Moral. Aunque nunca le contó los pormenores de esta situación, le quedó muy claro que el único reclamo que hizo a los captores fue que le devolvieran a su hija.
"Si creo que es nadar contra corriente muchas veces, además como mujer, además joven".
Sus primeros pasos dentro del PRI, asegura, fueron complicados, ya que le tocó romper con inercias y resistencias a ver a una mujer como representante de la voluntad popular. El camino para llegar a los puestos elección popular no fue fácil, sobre todo porque le tocó una generación en la que el Revolucionario Institucional dejó de ser la fuerza dominante en las urnas y comenzó a ceder ante otros partidos.
Alejandra del Moral está convencida de que le tocó construir su propia historia y además pagar los platos que se rompieron antes de que ella pudiera entrar formalmente al partido. Esta situación, dice, también la vive un aproximado al 98 por ciento de los militantes del PRI, los cuales estima jamás han ejercido un cargo público.
"A mis casi 40 llevo la mitad de mi vida en esto".
El amor y la política
Al diputado Mario González, cuenta, lo conoció dentro de su senda en la política. Aseguró que desde que ha tenido contacto con él se ha desempeñado como una buena pareja y un gran hombre. El amor surgió durante la pandemia de Covid-19. Mientras la mayor parte de la población se acostumbraba a las videoconferencias, ambos charlaban. En una ocasión, cuenta, duraron más de tres horas conectados, lo cual llevó a que ambos se conquistaron.
"La verdad es que somos buenos amigos, somos buenos cómplices. Nos llevamos muy bien y hoy tenemos dos hijos".
Pese a que se siente enamorada de su pareja, Del Moral se define como una persona que disfruta de la soledad. Además de esto presume una afición por montar a caballo, sobre todo cuando lo hace en Tlaxcala. La vida de madre también la ha cambiado, debido a que como ella misma lo considera, sus prioridades han cambiado para ser parte de su crecimiento.
"Estoy en un momento de la vida en el que ellos están conociendo al mundo, sino que yo también estoy reconociendo al mundo".
El hombre que la marcó no es su esposo
Además de ser médico y empresario, Ismael del Moral fue padre de la aspirante a la gubernatura y uno de los priistas más acérrimos en Cuautitlán. El pasado 14 de febrero, mientras los mexicanos celebraban el Día del Amor y la Amistad, su hija recibió la noticia de su muerte, una de las devastadoras de su vida.
El recuerdo de su progenitor sigue vivo, ya que la candidata de Va por México lo ve como su mayor referente, el responsable formarla y además traerla al mundo dos veces.
"Además de que me trajo al mundo porque era médico, fue quien llevó el tema del secuestro y el que me llevó a mi casa".
Aseguró que actualmente busca honrar el legado que dejó el señor Ismael con buenos resultados y siguiendo su ejemplo de jamas rendirse, a pesar de que le dijeran que no había forma de lograr sus objetivos; regir su propio camino y tener una voluntad de hierro. Destacó que el ser la única mujer entre cuatro herederos del señor Ismael, le ha tocado un lugar especial.
Sobre su familia dice que además le tocó contar con una madre comprensiva que le enseñó a construir. Dentro de la política, asegura, sus parientes han vivido inmersos actualmente como espectadores.
Alejandra del Moral, la mujer
A la pregunta de qué cosas le gustaría que la gente conociera de ella, la priista respondió que quisiera que las personas la vieran como una mujer normal que se encuentra lejos de la perfección, pero lucha por sus objetivos.
"Digo groserías, tomo tequila, me equivoco, lloro, me despeino, soy un huracán, tengo emociones".
Aseguró que durante los comicios de 2023 en el Estado de México demostrará de qué está hecha y llevará a cabo una campaña exitosa. Durante la conversación dio a conocer además que durante toda su trayectoria ha trabajado bajo el mando de hombres. Con ellos cada experiencia fue diferente, debido a la exigencia que tenían algunos, aunque aseguró que ha aprendido de todos.
"He tenido extraordinarios jefes".
Sobre su capacidad al frente de otras personas, comenta, es una persona estricta, con un genio complicado, pero con pupilos que han logrado buenos resultados.
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