Historiadora por la UNAM y gestora cultural, Claudia Curiel de Icaza (CDMX, 1979) fue designada por la presidenta electa Claudia Sheinbaum como titular de la Secretaría de Cultura, el 18 de julio pasado.
“Tiene 20 años de experiencia, aunque es muy joven”, dijo entonces la mandataria.
A menos de dos meses de que tome las riendas de la administración cultural en México, intelectuales, artistas y promotores culturales externan opiniones, lanzan recomendaciones y buenos deseos a la nueva cabeza de la Secretaría de Cultura federal.
ISAAC HERNÁNDEZ, BAILARÍN (GUADALAJARA, JALISCO, 1990)
Me parece que es fundamental que la próxima administración comprenda y priorice el crecimiento de las industrias creativas, del arte y de la educación.
Vivimos en un mundo en constante evolución: las industrias, los modelos de producción, las formas de consumo y la sociedad misma están cambiando constante y rápidamente, por ello es crucial, sobre todo porque somos un país joven, con una ubicación geográfica prácticamente perfecta, que estemos a la vanguardia de esos cambios, debemos adaptarnos a los avances, adquirir el conocimiento necesario para mantenernos competitivos en el escenario global.
En este sentido, ahora —y más que nunca— creo que se deben tomar medidas imprescindibles para impulsar de manera práctica a estos sectores porque son pilares para construir un desarrollo económico y social competitivo.
Desde hace muchos años vengo diciendo que las industrias creativas generan valor económico, pero, sobre todo, fomentan la innovación y la creación y generan identidad.
El gobierno debe implementar políticas prácticas que reduzcan la burocracia, que promuevan la inversión, el acceso a la capacitación, la formación artística para garantizar un futuro próspero, adaptado a las necesidades del siglo XXI. Necesitamos replantearnos cómo financiamos las artes para que tengan un lugar en el futuro del país.
LUIS DE TAVIRA, DRAMATURGO Y DIRECTOR (CIUDAD DE MÉXICO, 1948)
No renuncio a la esperanza de lo que implica inaugurar una nueva gestión, sobre todo en un país con una crisis de civilidad. Espero que el próximo gobierno asuma cabalmente su responsabilidad como actor cultural y que le dé a la acción cultural pública su lugar decisivo en su proyecto de nación.
Pero todo plan cultural necesita partir de un diagnóstico crítico, y entiendo como un diagnóstico crítico a aquel que pueda mostrar cuáles son las causas que han impedido que la acción cultural cumpla con su finalidad en la construcción civilizatoria, que permita identificar carencias, pero también recursos, necesidades, dispendios, que identifique aciertos y errores, y, sobre todo, que identifique las omisiones.
La cultura es un asunto de Estado y, en el caso del teatro, es la mejor expresión de lo que es la cultura pública porque se construye con la sociedad civil. Hay que hacer muchas cosas como superar el tremendo dispendio que implica que la mayor cantidad de recursos que el Estado dedica a la cultura se gaste en burocracia o en sindicalismo voraz y no en acción cultural y artística.
Destacaría también que no haya ni un teatro menos, que se fortalezca la infraestructura teatral, urgen teatros, pero también se pueden hacer muchas cosas como tomar hoteles abandonados y convertirlos en residencias de grupos artísticos estables, con proyectos de reportorio, formación de público y presupuesto.
En suma, pienso que no hay que olvidar que la verdadera obra de arte es la sociedad, lo que tendría que definir el gobierno que llega es en dónde se va a colocar ¿en la propiciación o en el hostigamiento del arte y la cultura?
BETSABEÉ ROMERO, ARTISTA VISUAL (CIUDAD DE MÉXICO, 1963)
Claudia Curiel es alguien muy joven, que tiene una buena preparación y que ha afirmado que siempre ha tenido interés por la cultura. Sin embargo, lleva poco tiempo en las instituciones culturales.
Cuando tuve la oportunidad de exponer en el Museo de la Ciudad de México ella estaba entrando y yo tenía problemas con el montaje: ella se presentó apoyándome y ofreciendo toda la ayuda, y así fue. La secretaria nos envió apoyo y personal y todo salió muy bien.
Ojalá que su juventud y sus ganas la ayuden a acompañarse de personas que conocen la cultura de este país, tan rico y complejo en esa área. Sobre todo, que la sepan ayudar a lidiar con las problemáticas inherentes a una institución tan compleja como es la Secretaría de Cultura, y especialmente con la cuestión sindical. Le deseo toda la suerte.
Es muy importante unir fuerzas y no sólo respetar a las grandes instituciones, museos, compañías, fideicomisos, becas, que se han logrado después de mucho tiempo, y sumar fuerzas con el mecenazgo privado de empresas particulares que aman y quieren la cultura. Hay que hacer equipo con ellos y hacer leyes que faciliten el trabajo en todas las áreas.
EDUARDO MATOS MOCTEZUMA, ARQUEÓLOGO (CIUDAD DE MÉXICO, 1940)
Es necesario plantear un nuevo proyecto cultural que atienda todas las ramas de la cultura, que son muchas, y no sólo poner énfasis en un sector. No se trata solamente de reconciliación: es importante escuchar todas las voces y poner en práctica una política cultural que incluya desde la enseñanza primaria hasta la investigación y difusión de los valores culturales.
El patrimonio cultural ha sido afectado por la falta de planificación y presupuesto; los museos carecen de papel de baño; los monumentos arqueológicos, coloniales e históricos no cuentan con la atención debida; las plazas vacantes no se ocupan, y si esto lo extendemos a otras áreas resulta realmente alarmante.
HORACIO FRANCO, FLAUTISTA Y DIRECTOR (CIUDAD DE MÉXICO, 1963)
Claudia Curiel, como nueva secretaria de Cultura del Gobierno de México, debe mantener a personas estratégicas que le ayuden a perpetuar programas que lograron trascender y generar impacto en el ámbito cultural y artístico del país.
Deseo que logre una reconciliación con los artistas independientes y que permita que la iniciativa privada pueda realizar una especie de patrocinios a este sector —que puedan ser deducibles de impuestos—, para que, con ellos, esta comunidad genere mayores fuentes de empleo y las personas que se dedican a esto, no sólo vivan por amor al arte, sino que puedan tener mejor vida.
A los artistas no nos interesa si el partido que llega es de derecha o de izquierda, sólo queremos trabajar, compartirlo con la sociedad y tener una vida digna, como lo hacen las personas de cualquier profesión.
Claudia sabe lo que está bien y lo que está mal dentro del sector cultural, deseo que se rodee de personas que la apoyen pero que también —con experiencia y sabiduría— la guíen y le ayuden corregir el camino, de ser necesario.
GENEY BELTRÁN FÉLIX, EDITOR Y ESCRITOR (TAMAZULA, DURANGO, 1976)
Son muchas las tareas que tiene ante sí el aparato estatal de cultura. Me centro ahora en una que tendría un efecto benefactor en el mundo del libro: la Red de Bibliotecas Públicas.
Urge que la Secretaría de Cultura le dé el sitio principal que merece en las consideraciones del presupuesto a la red que representa el 50% de su infraestructura.
Revitalizar las más de siete mil bibliotecas públicas significa dotar a comunidades de todo el país de espacios públicos donde, con el aliciente de la lectura, se congregarían personas de todas las edades en busca de saber y entretenimiento. Las bibliotecas han sido las grandes olvidadas en los discursos que proponen la descentralización de la cultura.
En ellas está el germen de una transformación social potentísima. Pero se requiere invertir en su mantenimiento, reabastecimiento de acervos y capacitación de personal, para que cada comunidad las haga suyas.
MERCEDES VIRGIL, PRESIDENTA AMIGOS MAP
En la Asociación hemos colaborado siempre con las autoridades. Estoy segura que con esta nueva administración seguiremos construyendo y colaborando para difundir nuestro Arte Popular. Como mujer en la cultura siempre reconozco a todas las mujeres que estamos trabajando por la promoción, conservación y preservación de nuestra cultura.
Por Luis Carlos Sánchez, Alida Piñón y Azaneth Cruz
EEZ