COSTALEGRE, Jalisco. La raicilla, el segundo destilado de agave producido en Jalisco y que cuenta con denominación de origen, creció 30 por ciento en las exportaciones y en el mercado local busca ganar mercado a través del segmento premium.
“El principal reto sigue siendo la comercialización, porque a pesar de que sigue creciendo, no se conoce mucho entre la población, además de que la producción es pequeña para llegar a un mercado más amplio”, señaló Jorge Carbajal, dueño de las marcas Hacienda Divisadero y Perlas del Pacífico, la cual, ya que fue reconocida con la Medalla de Oro bajo la categoría de Raicilla en la edición 2021 de los Top World Spirit Awards celebrada en París, Francia.
Si bien la raicilla sufrió muchos años de prohibición, fue hasta 2019 que consiguió su denominación de origen. Su proceso de producción es totalmente artesanal en 16 municipios de Jalisco y uno de Nayarit, en donde se divide en dos basados para su lugar de producción: la costa y la montaña.
Emanuel Aguilar, miembro del Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla (CMPR) y comercializador de la marca Huaraches de Oro, dijo que algunos han logrado colocar sus productos en tiendas de prestigio del país y en el mercado exterior.
“Los permisos y marbetes son los que hacen que la raicilla avance a paso lento en su comercialización y la mayoría de los raicilleros busca competir con otros agaves como el mezcal y el tequila, pero con un producto de premium, de calidad, para unos cuantos paladares”.
De ahí que los precio de una botella de raicilla vayan de los 800 a tres mil pesos. Datos del CMPR, hay 365 marcas registradas, cerca de mil 500 hectáreas sembradas y en 2023 se produjeron 500 mil litros de la bebida. “La raicilla elaborada en el proceso costero tiene tonos mucho más ahumados, pues al cocer la piña en un pozo se transmiten los aromas del tizne, del fuego y de la leña”, comentó Jorge Joya Garcia, raicillero de quinta generación, que produce la raicilla Cabo Corrientes, cuya taberna se ubica a unas dos horas de la carretera que conduce a Puerto Vallarta en medio de una zona boscosa por la que se llega en caminos de terracería.
Por Enrique Torres
EEZ
