Para el escritor Geney Beltrán, autor de la introducción de la novela Otros son los sueños, de Esther Seligson (1942-2010), reeditada por LibrosUNAM, “la mexicana logra poner con este título un peso importante a las emociones, un acto de audacia —para su tiempo— que la ha colocado en la lectura de las jóvenes generaciones que se encuentran en la búsqueda de una literatura auténtica que hable de la verdad del ser humano”.
El libro de la también autora de A campo traviesa (2005), relata la historia de una mujer que, tras la ruptura con su pareja, hace un viaje en tren, una travesía en la que se encuentra con sus miedos, inquietudes y con un diálogo interior que le permite cuestionarse su propia forma de amar, sus expectativas, sus necesidades, sus emociones y sentimientos.
“Es una novela introspectiva e intimista que pone en el centro de la obra la exploración interior como una necesidad y como una urgencia de autoconocimiento, mientras que la separación amorosa funge como el disparador de esta relación interior, más que algo catártico, busca una profundidad en sí misma”, dijo.
Por otra parte, Beltrán reflexionó sobre la influencia de autoras como Virginia Wolf, Elena Garro, Rosario Castellanos e Inés Arredondo en la literatura de Seligson, considerando que son autoras que en su época demostraron que los temas relacionados con la mujer, el amor, el desamor, las relaciones de pareja, la casa y la familia eran tan importantes como hablar de la guerra o de lo social, pues son situaciones que desencadenan “enredos emocionales que dificultan a algunas personas a insertarse en el mundo de afuera”.
“Sus lecturas de estas autoras del siglo XX beneficiaron su escritura, pues, además de ser referencia para la escritura de algunos ensayos, le brindaron las herramientas que le permitieron desarrollar el flujo de conciencia de sus personajes y representar sus movimientos emocionales e intelectuales, motivo por el que los lectores deben acompañar a los protagonistas en esta deriva de autoconocimiento y confrontación consigo mismos” explicó.
Y agregó que la autora “demuestra la importancia que tiene la vida interior de sus personajes femeninos. Representa una transformación en la literatura de ficción”.
Por último, manifestó lo importante de redescubrir la obra de Seligson, quien, reiteró, cuenta con más lectores por la audacia de sus letras y lo sincero de sus personajes.
“Con ella no hay drama, o no el suficiente, para que en su tiempo hubiera podido ser considerada por las editoriales como una literatura ‘digna’ de aparador; sin embargo, fue gracias a los independientes de este sector y a su propio esfuerzo que está llegando a los más jóvenes… Eso la pondría muy feliz”, finalizó.
Por Azaneth Cruz
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