Las deudas son uno de los principales males que aquejan a todas generaciones, pues el uso irresponsable de las tarjetas de créditos, así como una mala administración de nuestros ingresos, llegan a convertirse en un gran problema.
Sin duda, sin distinción de algún grupo generacional, los deudores se han valido de diversos métodos para obtener prestamos imposibles de pagar o sin considerar los ingresos que se tiene, así mismo es importante considerar. Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva, startup de servicios de atención al cliente y cobranza, destaca que “gestionar correctamente las deudas es crucial no solo para evitar las consecuencias negativas de no pagar, que pueden ir desde afectaciones al historial crediticio, hasta intereses sobre las nubes".
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Por lo anterior, es necesario identificar a los tipos de personas deudoras, los cuales tienen características diferentes al momento de adquirir productos financieros, pero que a la vez tienen en común un problema sobre administración de los ingresos.
El Optimista
Este deudor siempre piensa que podrá pagar sus deudas en el futuro sin cambiar sus hábitos de consumo. Gasta, gasta, gasta y pide créditos. La realidad es que sin un plan concreto, la deuda sólo crece. Si siempre encuentras una excusa para no pagar o piensas que "algo saldrá" para cubrir tus deudas, podrías ser este tipo de deudor. ¿Cómo enfrentarlo? Reconocer la necesidad de un presupuesto y un plan de pago es el primer paso.
El Negador
“Este deudor opta por ignorar sus deudas esperando que desaparezcan. No abre los estados de cuenta o evita las llamadas de cobranza, cerrando inmediatamente la puerta a renegociaciones que podrían serle benéficas. Estas son claras señales de este comportamiento negacionista, de ‘si no lo veo no existe’. La realidad es que sí existe y esta actitud sólo lleva a mayores intereses y problemas financieros. Aceptar la realidad y enfrentar la situación es clave”, señala el CEO de Coperva.
El Sobrepasado
Este tipo se siente abrumado por la cantidad de deuda que tiene y no sabe por dónde empezar a pagar, llevando a una parálisis de la acción en lugar de un análisis para solucionarlos. Aquí la clave es ser inteligente y empezar con las deudas pequeñas y más fáciles de pagar, así al ver un progreso se sentirá menos abrumado y más motivado para continuar.
El Estratégico
“Este es el tipo de deudor ideal. Tiene deudas pero utiliza un enfoque metódico para pagarlas. Si te encuentras haciendo números constantemente y buscando la mejor manera de liquidar tus deudas, probablemente encajes aquí. Esta actitud es la clave, ya que implica un conocimiento claro de la situación y un plan de acción formado en la mayoría de las veces por un experto o a través de una análisis o planeación profunda al contraerla. Si estás aquí no te preocupes de más, ya que aunque la deuda está, el camino que enfrentarás es por milla más sencillo”, añade Ramírez.
El Circunstancial
Este último se encuentra en esa posición por circunstancias fuera de su control y repentinas, como una emergencia médica o la pérdida de un empleo. La clave aquí es la comunicación con los acreedores o instituciones para negociar términos de pago más flexibles y explorar opciones de apoyo disponibles. “Las empresas de cobranza o de préstamos no somos enemigos de los deudores, y por el contrario, nuestro objetivo es que podamos encontrar juntas la manera de saldar la deuda acorde a las posibilidades de las personas”, explica el CEO de Coperva.