La refinería de Dos Bocas, o como oficialmente se llama: “Olmeca”, ya fue inaugurada por Andrés Manuel este 1 de Julio de 2022, aunque ésta se encuentre sin terminar de construir y sin que produzca ningún barril de gasolina y diésel en lo que sería la primera etapa del proyecto.
Con un presupuesto original de $8 billones de dólares, se estima que el costo total de la refinería Olmeca para ponerla en marcha aumente entre un 40% y 50% más, posiblemente llegue hasta los $15 billones de dólares.
Difícilmente la nueva refinería producirá combustible antes de que el presidente termine su periodo y, de acuerdo a estimaciones de la SENER, se espera que estará al 80% de su capacidad de procesamiento de 340,000 barriles de petróleo hasta finales de 2025.
Producción del petroleo, un negocio no rentable en México
La apuesta del gobierno de regresar a una economía basada en los combustibles fósiles es muy cuestionable, especialmente en el negocio de la refinación, que es de los menos rentables en toda la cadena productiva de los hidrocarburos.
Para que una refinería sea rentable deben pasar 2 cosas específicamente, la primera es tener altos niveles de eficiencia, lo que se traduce a procesar petróleo a niveles cercanos al 100% de la capacidad total de refinación, la segunda es contar con precios altos del petróleo y, en el mediano y largo plazo será complicado que existan ambas condiciones.
Pemex Transformación Industrial, la filial encargada del sistema de refinación reporta a mayo de 2022 una utilización tan solo del 52% de su capacidad en las 6 refinerías nacionales y pérdidas acumuladas de 1.28 billones de pesos al 2021.
En cuanto al precio del petróleo, es improbable que este se mantenga por arriba de los 100 dólares, ya que para mantener a raya la inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y otros bancos centrales del mundo han decidido aumentar las tasas de interés.
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Recientemente la FED aumentó .75 puntos su tasa de interés de referencia, una de los aumentos más altos en su historia y de continuar con las alzas, se prevé que para el siguiente año de 2023, o finales de 2022, exista una recesión que disminuya la demanda de petróleo y por lo tanto su precio.
Si el objetivo es lograr un mayor control energético sobre los combustibles, más eficiente habría sido comprar refinerías en Estados Unidos, país que según la EIA cuenta a enero de 2021 con 129 refinerías en funcionamiento.
Tal fue el caso en Deer Park, en el que PEMEX compró la parte restante de su asociación con Shell por 596 millones de dólares, cifra que posteriormente fue actualizada para sumar 1200 millones en deudas que terminó absorbiendo la paraestatal Mexicana, quedando en 1800 millones por una refinería con la misma capacidad de 2 Bocas y con una capacidad de procesamiento por encima del 80%.
Considerando los sobrecostos en Dos Bocas, con ese dinero se habría podido costear entre 4 y 6 refinerías de condiciones similares a Deer Park y ahorros entre 10 y 6 billones de dólares.
Hasta este momento la “soberanía energética” resulta un espejismo, de continuar la tendencia a la baja de la producción petrolera, en lugar de importar gasolina, se terminará importando petróleo.
La demanda de petróleo en México de acuerdo a la EIA es de aproximadamente 2 millones de barriles diarios, y según a la CNH solo se producen 1.6 millones, por lo que tener más capacidad de refinación sin tener las inversiones para producir el petróleo necesario, en un contexto de transición energética ayuda muy poco a lograr una verdadera soberanía energética.
Por: Raziel Azael Trejo Cruz, Maestro en Ingeniería en Petróleo por el Imperial College London e Ingeniero en Mecatrónica por el Tecnológico de Monterrey. Contacto raziel.trejo@gmail.com Twitter @Cerebros_Fuga