MENTE MUJER

Mente Mujer: Ellas trabajando, ¿qué sigue después de la pandemia?

Es innegable que el mercado laboral —sobre todo en América Latina— enfrenta grandes retos para garantizar un piso parejo entre hombres y mujeres, según un estudio de Deloitte México

ECONOMÍA

·
267 años se esperan para la igualdad de condiciones económicas (Foto: Pixabay)Créditos: Pixabay

En los primeros meses de la pandemia, el Foro Económico Mundial evidenció un fenómeno que, hasta hoy, no se ha podido revertir. El COVID-19 ha generado un retroceso de toda una generación en paridad de género.

En cifras, el impacto es contundente. Según proyecciones del organismo, la igualdad de las condiciones económicas entre hombres y mujeres, a nivel global, ya no se espera en 257 años (pronóstico previo al coronavirus y que ya era preocupante), sino que se ha retrasado a 267.6 años.

¿A qué se debe que haya crecido la brecha? A una situación tan compleja que, según el estudio Mujeres en el trabajo: Una perspectiva global, elaborado por Deloitte, podría catalogarse como una “tormenta perfecta”, las mujeres, en los últimos meses, tuvieron más responsabilidades en el hogar (66 por ciento) y una mayor carga de trabajo en sus empresas (77 por ciento).

Lo anterior —revela el informe— ha dado como resultado que ellas se sientan agotadas. En ese sentido, una de cada dos mujeres se siente pesimista sobre su perspectiva de carrera, y 23 por ciento considera abandonar el mercado laboral.

ENCIENDEN ALERTAS

Al comienzo de la contingencia sanitaria, la productividad de las empresas se elevó porque sus profesionales comenzaron a laborar más tiempo a través del home office; pero, ahora que esta modalidad ha necesitado implementarse por un tiempo prolongado, es un deber de las firmas conseguir que el esquema sea beneficioso e impulse la igualdad.

ACCIONES DE LAS EMPRESAS

  • Deben comprender que los proyectos se cumplen por objetivos establecidos.
  • Una “conexión” permanente las orillará a decidir entre trabajo y familiares.
  • Las mujeres necesitan renegociar sus horarios y establecer límites.
  • Las empresas deben hacer canales de denuncia en los que puedan alzar la voz.
  • La IP debe invertir en recursos para fomentar una cultura de inclusión.
  • Las firmas deben generar nuevos ambientes laborales, presencial y virtual.

CAR