La pandemia posicionó el servicio de comida a domicilio, llamado delivery, y junto con el cierre de restaurantes hizo que las cocinas fantasmas afianzaran su presencia y se han vuelto una opción para emprendedores.
Alonso Rico Sáenz, chef de la Universidad del Valle de México, dijo que el cambio de operación de muchos restaurantes, como resultado de la pandemia, consolidó las dark kitchens, pues los ayudó a sobrevivir a la crisis y para algunos emprendedores fue una oportunidad de negocio, ya que eliminan la atención presencial y sólo manejan los envíos a domicilio.
Roberto Martínez y su esposa Mayra Villegas se quedaron sin empleo el año pasado, esta situación los llevó a hacer postres y darse de alta en varias aplicaciones, llevan casi un año viviendo del delivery.
“Antes de la pandemia no se me había ocurrido esa opción, ahora queremos que nuestro negocio sea físico, pero con la tercera ola y la incertidumbre que hay, mi esposa y yo hemos decidido esperar y seguir con la preparación de los postres en casa”, comentó Martínez.
Rico Sáenz dijo que estos negocios son una buena opción para los emprendedores, ya que requieren de una baja inversión y tienen un gran mercado, sobre todo de jóvenes que están utilizando más las apps.
Según datos de la Asociación Mexicana de Internet, 83 por ciento de los internautas usan las plataformas de servicio a domicilio, de los cuales, 76 por ciento ordenan comida, 60 por ciento piden el supermercado y 53 por ciento para realizar envíos y paquetería.
La Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) señaló que 18.1 millones de usuarios piden comida para llevar en restaurantes y de esa cifra, 9.1 millones ordena a través de apps, tendencia que incrementó desde el año pasado.
MAAZ