La recuperación no ha llegado a la industria del vestido, en abril registró una pérdida de 26 mil 845 puestos de trabajo y 538 negocios menos que el mismo mes del año anterior.
“A pesar de que se observa una disminución en la contracción de la producción y un incremento en las exportaciones del sector, el empleo mostró el dato más bajo desde el inicio de la pandemia”, indicó Emilio Penhos Mougrabi, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive).
Según datos del IMSS, al cierre de abril, la industria registró 278 mil 847 trabajadores, con una baja anual de 26 mil 485 personas; el número de empresas de fabricación de prendas sumó ocho mil 139 unidades, esto es 538 menos que el mismo mes de 2020.
Además, Penhos Mougrabi comentó que los sectores de la industria que más se han visto afectados por la pandemia son el de uniformes, ropa de vestir, trajes y vestidos de fiesta, y dentro de las manufacturas, la industria del vestido fue la más afectada.
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No obstante, pese a la crisis, el representante de la industria dijo que ésta se está reinventando, por lo que, en la nueva normalidad se han impuesto tendencias como una mayor demanda de ropa cómoda como pants y playeras que van a mantenerse lo que resta del año.
“La indumentaria cómoda llegó para quedarse y es algo que debemos aprovechar quienes formamos parte de este negocio”, destacó Penhos.
Marisol Huerta, especialista en consumo de Ve Por Más, dijo que si bien en los últimos meses se ha disparado la venta de ropa, la mayoría es de la que no se vendió el año pasado, por lo que es una industria que aún va a tardar en ver la recuperación.
Otro de los problemas que está enfrentando la industria del vestido es un encarecimiento en los contenedores para exportar y precios especulativos en las materias primas, lo cual va a impactar los precios al consumidor.
Por Laura Quintero
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