La entrada en vigor de las disposiciones que obligan a las instituciones financieras a obtener y conservar la geolocalización en tiempo real del dispositivo a través del cual sus clientes realicen operaciones digitales va a ser escalonada y por sector, informó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Para los transmisores de dinero y Sociedades Financieras Populares entró en vigor el 21 de marzo.
Para las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, casas de cambio y Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo, el 22 de marzo.
Para bancos, asesores de inversión y uniones de crédito, hoy 23 de marzo.
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En tanto, para casas de bolsa y fondos de inversión, el 23 de julio, detalló la autoridad reguladora.
Las instituciones financieras que se encuentren en incumplimiento, serán sujetas de la sanción correspondiente, dijo la Comisión.
“Esta medida se deriva de los compromisos internacionales adoptados por México como integrante del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI)”, explicó la CNBV.
Las nuevas disposiciones implican que para realizar operaciones como consulta de saldo, retiros sin tarjeta, transferencias y abrir una cuenta a través de una aplicación bancaria o del portal de una institución financiera, va a ser obligatorio activar previamente la localización del dispositivo donde se realice.
De no hacerlo, no se podrá realizar dicha transacción y el usuario deberá acudir a una sucursal de su banco.
Cada modificación a las disposiciones, dijo la CNBV, busca adecuarse a los estándares internacionales que dicho organismo ha instrumentado para combatir el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, y que han sido reconocidos por diversos países, así como por organizaciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Explicó que la geolocalización tiene como objeto contar con un indicador de riesgo del cliente que permita, a las instituciones financieras, obtener información de la zona geográfica al momento de ejecutar operaciones no presenciales que se lleven a cabo en dispositivos que el cliente tiene en su poder y de las que se desconoce su ubicación.
“Por lo que solo pueden saber desde dónde se están realizando las mismas recabando la geolocalización de dicho dispositivo”.
Entre 2018 y 2020, los usuarios de aplicaciones bancarias aumentaron 100 por ciento (a 30 millones); los contratos ligados a un celular, 127 por ciento (a 50 millones), y los usuarios de la banca por internet, 8 por ciento (a 54 millones), lo cual hace necesario tomar medidas adicionales para fortalecer la seguridad.
Por Fernando Franco
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