La falta de cooperación internacional pone en riesgo que se vacune lo más extensamente posible para erradicar el COVID-19 en todo el mundo, lo cual implica un rotundo desastre económico y social, alertó José Ángel Gurria, secretario general de la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
En el marco de un evento sobre vacunación, Gurría destacó que 10 países representan cerca de 90 por ciento del total de dosis de vacunas que se han administrado.
“Lo que es más grave es que algunos de estos países han realizado pedidos de dósis suficientes para vacunar a toda su población de hasta tres a cinco veces, muchos países del mundo aún carecen de cualquier acceso a vacunas en estos momentos”, alertó.
El directivo destacó que la economía mundial requiere que se emprendan mayores esfuerzos para erradicar el virus, pues la recuperación depende de que las vacunas se apliquen con rapidez y en todo el mundo durante 2021.
La OCDE proyecta que en 2022, el PIB mundial aún estaría 6 billones de dólares por debajo de la suma que se habría alcanzado de no haberse presentado la pandemia.
“Los niños habrían perdido meses de educación, lo cual podría poner en peligro sus oportunidades futuras. Decenas de millones se habrán sumido en condiciones de pobreza extrema. Pero, si las vacunas no se aplican con rapidez en todo el mundo, la situación sanitaria llegaría a una condición extrema y las consecuencias económicas y sociales serían aún peores”, lamentó.
El PIB proyectado sería otros 4 billones de dólares inferior al anterior escenario “favorable” y representaría una pérdida total de 10 billones de dólares. Esto afectaría a todas las economías en 2021, pero Europa y América del Norte experimentarían un impacto mayor que la región Asia-Pacífico.
Gurría indicó que la debilidad de la cooperación es una amenaza para millones de vidas y pone en riesgo la recuperación económica, porque mientras no se erradique el virus en todo el mundo existe el riesgo de que se produzcan mutaciones.
“Corremos el riesgo de incurrir en un fracaso de enormes proporciones en materia de política pública. Ningún país podrá dejar atrás el desastre causado por el COVID-19, a menos que actuemos de manera conjunta e invirtamos en el despliegue de las vacunas con mayor rapidez y a escala más global de lo que estamos haciendo actualmente”, aseveró.
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