Debido a la intención que tiene el gobierno estadounidense encabezado por Joe Biden en torno a imponer barreras desde la Unión Americana a todos los autos eléctricos que no se fabriquen en su propio territorio, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), anticipa una guerra comercial ante este panorama.
En entrevista con Mario Maldonado para Bitácora de Negocios en El Heraldo Radio, José Zozaya Délano, presidente de la AMIA, consideró que más allá de los discriminatoria que resulta la medida, lo más preocupante para la industria mexicana son los efectos negativos que pueda acarrear para México.
Para el presidente de la AMIA, los efectos en la venta de autos eléctricos en México, a mediano y largo plazo, pueden marcar la pauta para que otras industrias adopten medidas similares lo que sin duda afectaría a México.
En este sentido el especialista indicó que se tendrá un doble efecto negativo para la industria mexicana, pues aunado a lo anterior también se estaría violando los acuerdos firmados en el T-MEC en materia automotriz.
Así, para José Zozaya, este programa de subsidios y créditos fiscales promovido en los Estados Unidos, rompe el espíritu del acuerdo comercial recientemente firmado por México, Estados Unidos y Canadá al no respetar la producción integral en la región.
Secretaría de Energía ya alzó la voz
Debido a que con esta medida, los Estados Unidos daría una mayor atracción a las inversiones de autos eléctricos en comparación de México y Canadá, nación que al igual que nuestro país no está de acuerdo con los créditos fiscales propuestos; la Secretaría de Energía ya alzó la voz y anunció que de ser aprobado el programa impondrá aranceles espejo para compensar.
En este sentido José Zozaya, consideró que sí hay que hacer las medidas correctivas en caso de que se imponga, pero se caería en una dinámica de guerra comercial confrontando al estado mexicano contra el estado estadounidense.
Es por ello que el presidente de la AMIA, indicó que se debe pensar y proponer cómo implementar estos incentivos para la compra de autos eléctricos en toda la región y no solo en la Unión Americana.
Finalmente sobre las afectación en la industria y la realidad en torno a los empleos en riesgo, luego que se estimara se perderían alrededor de un millón de puestos de trabajo, José Zozaya, dijo que espera que no se de en esa magnitud, pero sí se mostró preocupado en torno a que otras empresas se vayan junto con sus inversiones.
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