Durante 2020, la inversión extranjera directa (IED) a nivel mundial se desplomó 42 por ciento. Esto representó una baja de 859 mil millones de dólares comparado con 2019, reveló la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
De acuerdo con el Monitor de Tendencias de Inversión este es el nivel más bajo desde la década de 1990 y está 30 por ciento por debajo del mínimo de inversión que siguió a la crisis financiera mundial de 2008-2009.
A pesar de las proyecciones de que la economía mundial se recuperará en 2021, aunque vacilantes y desiguales, la UNCTAD espera que los flujos de IED sigan siendo débiles debido a la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia de COVID-19.
“Los efectos de la pandemia sobre la inversión persistirán. Es probable que los inversores se mantengan cautelosos al comprometer capital en nuevos activos productivos en el extranjero", dijo James Zhan, director de la división de inversiones de la UNCTAD.
La IED que recibió México durante 2020, cayó 8 por ciento, en términos interanuales, con lo que se ubica dentro de los países con las caídas más bajas.
El organismo destaca que durante el año en el que apareció la pandemia, la disminución de la IED se concentró en los países desarrollados, donde los flujos se desplomaron en un 69 por ciento a un estimado de 229 mil millones de dólares
Los flujos a América del Norte disminuyeron en un 46 por ciento, esto es 166 mil millones. Los proyectos de inversión nuevos anunciados también cayeron un 29 por ciento y los acuerdos de financiación de proyectos cayeron un dos por ciento.
Tan sólo Estados Unidos registró una caída de 49 por ciento, principalmente en el comercio mayorista y los servicios financieros.
Mientras que China fue el mayor receptor de IED del mundo, y los flujos hacia el gigante asiático, no sólo no se contrajeron, sino que aumentaron un cuatro por ciento.
Economías en desarrollo concentran cifra récord
Aunque los flujos de IED hacia las economías en desarrollo disminuyeron en 12 por ciento, representaron 72 por ciento de la IED mundial, esta es la proporción más alta de la que se tenga registro.
Sin embargo, la caída fue muy desigual entre las regiones en desarrollo: en América Latina y el Caribe la caída fue de 37 por ciento, 18 por ciento en África y 4 por ciento en los países en desarrollo de Asia.
La UNCTAD espera que cualquier aumento de los flujos mundiales de IED en 2021 provenga no de nuevas inversiones en activos productivos, sino de fusiones y adquisiciones transfronterizas, especialmente en tecnología y atención médica, dos industrias afectadas de manera diferente por la pandemia.
"Aunque su actividad inversora se desaceleró inicialmente en 2020, ahora están listos para aprovechar las bajas tasas de interés y los crecientes valores de mercado para adquirir activos en mercados extranjeros para la expansión, así como rivales y pequeñas empresas innovadoras afectadas por la crisis", destacó James Zhan.
Por: Laura Quintero