El desempleo y la falta de oportunidades laborales han hecho que los socios conductores de plataformas de transporte crezcan hasta 200 por ciento durante la pandemia.
Javier tiene 32 años, trabajaba en un hotel, pero en abril fue despedido. Estuvo buscando empleo durante dos meses y no encontró uno. Ahora trabaja como socio de Uber y de Didi.
“En el hotel en que trabajaba recortaron a 30 por ciento del personal, no encontré empleo, así que decidí buscar en las plataformas de transporte; en menos de 20 minutos ya estaba dado de alta en dos, hay veces que trabajo hasta 12 horas diarias”, comentó Javier.
De abril a agosto, Cabify registró un aumento de 200 por ciento en la cantidad de conductores nuevos que se han registrado en la plataforma, comparado con el mismo periodo del año pasado.
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“Muchas personas encontraron en Cabify una alternativa para generar ingresos, considerando que muchos quedaron desempleados o trabajaban en industrias que aún mantienen una lenta recuperación”, dijo Agustín Jiménez director de esa plataforma en México.
Miguel Calderón, director del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana, señaló que estas plataformas se vuelven muy convenientes en un momento en el que hay mucho desempleo porque son muy flexibles.
“Si bien ofrecen empleos precarios y sin seguridad social, los trabajadores se encuentran en el dilema de aceptar este tipo de empleos o simplemente no tener uno”, comentó Calderón.
Raúl es un operador de Cabify y aseguró que cada vez es más común que personas con estudios profesionales se dedique a conducir autos.
María Eugenia Zurita, directora de comunicación de Uber México, dijo que derivado de las medidas de sana distancia y la reducción de la movilidad en el país, no han visto un incremento de socios
conductores en esa empresa.
Didi no respondió sobre el comportamiento de sus socios en México, sin embargo, en algunos países como Chile, reporta incrementos de 140 por ciento.
Jiménez comentó que en los primeros meses observaron una baja en sus socios conductores, pues la demanda de viajes cayó 80 por ciento, pero una vez que empezó a reactivarse la economía se ha recuperado.
Por Laura Quintero