El peleador mexicano Rubén Olivares empezó su leyenda un día como hoy de 1969 al conquistar su primer título mundial, el peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), a lo que anden cinco rounds al australiano Lionel Rose.
Con solo 22 años de edad, el peleador de la colonia Bondojito, viajo a Inglewood, California, para enfrentarse a una de las figuras más importantes del momento, el australiano que aspiraba la cuarta defensa de la corona mundial.
"Yo pensé que vivía en un país que no tiene memoria, pero sí tiene. A veces siento que me recuerdan más en Los Ángeles o en Nueva York, pero qué bueno que todavía hay alguien que se acuerde", dijo la entrevista con El Heraldo de México, la leyenda del boxeo mexicano, quien ahora tiene 77 años de edad.
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Lionel Rose era uno de los peleadores más populares, pues, se convirtió en el primer aborigen australiano en convertirse en campeón mundial, luego de que destronara al japonés Fighting Harada en 1968.
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Rubén Olivares, que era dirigido y entrenado por el legendario Arturo El Cuyo Hernández, viajó con la intención de conseguir su primer título mundial y no dejó de presionar. Rose cayó a la lona en el segundo round y para el quinto volvió a ser derribado en dos ocasiones.
Sin posibilidades de recuperarse de esa segunda caída, el Larry Rozadilla decidió parar las acciones durante el quinto episodio, mientras que el reloj marcaba 2 minutos 24 segundos.
"A mí me gustó mucho esa pelea porque me preparé para ganar. No había espacio para pensar en la derrota... En aquel entonces la hay en el Rose fue muy educado, no existía eso de andar tirando amenazas", abundó.
Juan Olivares ayudó a Rose a incorporarse, y a pesar de ese signo de humildad, las esquinas comenzaron a pelearse, obligando a la policía a interferir.
El joven Rubén Olivares, con poquito más de dos décadas edad, volvió a México con la corona mundial y recuerda que festejó durante más de un mes.
Olivares defendió en dos ocasiones más el cinturón del CMB, antes de caer ante los puños de Chucho Castillo. En duelo de revancha recobró la diadema, y defendió dos veces más antes de que lo detuviera el mexicano Rafael Herrera.
Para 1975 subió a peso pluma y en su primer defensa lo perdió.
Púas Olivares se retiró en 1988 luego de caer ante Ignacio Madrid por nocaut en cuatro rounds. Dejó una marca de 89 victorias, 13 derrotas y tres empates, con 79 nocauts.
DRV