En un inicio de temporada titubeante, Terry McLaurin, el jugador mejor pagado de los Washington Commanders había registrado solo ocho recepciones y 39 yardas en sus primeros dos partidos. Sin embargo, a medida que avanza la temporada, su papel en la ofensiva ha evolucionado de manera notable.*
En la mitad de la temporada, McLaurin ocupa ahora el cuarto lugar en la NFL con 579 yardas recibidas y está en camino a la que podría ser la temporada más productiva de su carrera. Con un récord de 6-2, los Commanders no solo están destacando en la liga, sino que también están en busca de un lugar en los playoffs por primera vez desde que McLaurin se unió al equipo en 2019.
“Cada partido con un tipo como él terminas diciendo, ‘Desearía que pudiéramos habérselo pasado más’”, expresó el coordinador ofensivo Kliff Kingsbury. “Es el tipo de jugador del que quieres asegurarte que cada semana, si el dinero está en juego, el balón vaya a él”.
Terry McLaurin en medio de cambios y aprendizajes
La transformación en el uso de McLaurin se atribuye a un cambio en la dinámica del equipo y a la paciencia del propio receptor. “Solo tener paciencia y confiar que el trabajo que hemos estado haciendo desde la temporada baja comience a dar resultados”, comentó McLaurin sobre su enfoque. “La paciencia ha sido la clave”.
El joven mariscal de campo Jayden Daniels, quien se encuentra en su primer año como titular, ha aprendido rápidamente a manejar la ofensiva. “Cuando la defensa lo permite, es así como sé cuándo pasárselo”, dijo Daniels sobre su conexión con McLaurin.
A pesar de que dieciocho receptores han sido el objetivo más frecuente que McLaurin esta temporada, el veterano no ha mostrado signos de frustración. “Él nunca lo pide”, afirmó Kingsbury sobre la actitud del jugador de 29 años, quien ha jugado con una docena de quarterbacks en Washington.
El deseo de McLaurin de contribuir se evidenció en una jugada clave durante el partido contra los Chicago Bears, donde su recepción de 13 yardas colocó al equipo en una mejor posición para anotar. Esta fue su 40ª recepción de la temporada, lo que lo coloca en buena posición para superar las mil 200 yardas por primera vez en su carrera.
Con Kingsbury al mando de una ofensiva que se posiciona como la tercera mejor de la liga, McLaurin y los Commanders están decididos a seguir su camino hacia el éxito, confiando en que el trabajo duro y la paciencia finalmente den sus frutos en el campo.
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