Liga MX

Tras 15 años de dejar el futbol, jugador del América sigue en rehabilitación por accidente en la cancha

El exdefensa se despidió de las canchas por un infarto vascular , sufrido en pleno entrenamiento con las Águilas en 2008

Tras 15 años de dejar el futbol, jugador del América sigue en rehabilitación por accidente en la cancha

Carlos Sánchez perdió más que un balón en mayo de 2008. Fue el inicio de una cuenta regresiva para despedirse del futbol profesional, que terminó el martes 12 de agosto de aquel año, por un infarto cerebral sufrido en pleno entrenamiento con el América

Un golpe en el cuello al minuto 52, del duelo de cuartos de final de la Copa Libertadores, entre las Águilas y Santos de Brasil, en el Estadio Azteca, dejó al exdefensa azulcrema aturdido, tambaleándose, con las manos en la cabeza por el impacto accidental que recibió con la cadera de Rodrigo Tabata, quien buscó el esférico en el aire. Tres meses después, su cuerpo colapsó

A 15 años de aquel episodio, el exdefensa del América cuenta a El Heraldo de México sobre su situación actual, médica y personal, lejos de las canchas, tras batallas legales con directivos del club que lo vio nacer como jugador, pero sin rencor a los colores, de los que sigue pendiente a través del televisor.

Carlos Sánchez ha requerido de constantes tratamientos tras su accidente de hace 15 años 
FOTO: Especial 

“Me encuentro estable. Debo estar con tratamientos y rehabilitación física para recuperar lo que era mi vida antes”, dice Sánchez vía telefónica, con detalles en su relato en una voz que se deshila cuando analiza el deporte que ahora extraña. 

EL RETIRO, ENTRE ABOGADOS Y DOCTORES

—¿Crees que el futbol o la vida te deben algo?

—No, estoy en paz. No me deben nada. Los dirigentes de ese tiempo, sí —y explica la negativa que en ese entonces tuvo la directiva del América, para seguir pagando el contrato de Carlos, brindar su rehabilitación y darle la oportunidad de trabajar en fuerzas básicas, tal y como lo acordaron, con papel firmado, además de una negligencia médica que acusó.  

Hubo dos demandas: una por daños morales, la cual ganó la institución, y otra laboral, que si bien ganaron el exfutblista y su abogado, Alfredo Massad, no fue la indemnización económica establecida. “Ojalá que mi caso no le pase a nadie más, ni de salud ni por la cuestión legal”, repite durante la charla, “no quiero hacerme la víctima, pero sí espero que lo que me pasó, sirva para que los futbolistas de ahora cuiden sus intereses y no se dejen engañar”.

Carlos asegura que no hubo un actuar responsable de parte del cuerpo médico del equipo. Después del golpe en el cuello, aquel 15 de mayo de 2008, pidió su cambió 18 minutos después al desmejorarse en el campo

“Sentí como cuando te sacan el aire. Sebastián Domínguez vino a verme, porque ya había sufrido una fractura en la órbita del ojo, y pensó que era algo igual. Seguí jugando, pero después empecé a ver mal, la respiración era muy rápida. Ya después salí”, cuenta Sánchez. “No hubo toma de placas, ni nada, aunque me seguía quejando tiempo después”.

Actualmente existe un protocolo de conmociones en la Liga MX, y otras latitudes, para cuidar la integridad del jugador ante este tipo de golpes. “Por una parte qué bueno, pero creo que se ha usado mal ese recurso. Hay intereses”, reflexiona. “Pienso que mi historia hubiera sido diferente con una medida así. En este caso, el ‘hubiera’ nos puede hacer aprender para que no vuelvan a pasar las cosas, construir a partir de lo que me pasó”.

El canterano azulcrema, tuvo una carrera de idas y vueltas, entre Primera y Segunda División, ascendiendo y descendiendo con el San Luis, en ese entonces en posesión del mismo dueño que el América, y siendo rescatado por algunos técnicos que lo pedían de vuelta en las Águilas, como Mario Carrillo o Juan Antonio Luna

Ese 12 de agosto de hace 15 años, un coágulo en la vena carótida obstruyó  la circulación de la sangre al cerebro y provocó el infarto, es decir, la muerte parcial de tejido cerebral, que lo llevó al desvanecimiento durante la práctica del martes, para ser trasladado a un hospital cercano, donde fue operado, e inducido al coma por 22 días, perdiendo parte de la movilidad del lado izquierdo, un poco la visión, el habla, pero por completo su carrera futbolística. 

MIRAR Y EXTRAÑAR EL FUTBOL 

—En tus redes sociales sólo hay fotos de tu etapa como profesional.

—Son recuerdos que me llenan de fortaleza, de cariño. Me regresan a los momentos que estaba viviendo en ese entonces, trato de recordarlos de la mejor manera. Tengo amigos que me acompañaban en ese momento y todavía nos reímos de cosas que pasaron.

Carlos levanta la voz y aumenta la velocidad de sus palabras. Casi le grita al teléfono al repasar en su mente la eliminación del América en la Leagues Cup 2023: los errores de Néstor Araujo, la forma en que Israel Reyes cobró su penal, los recorridos de los laterales. La defensa sigue siendo su zona a través de la pantalla.

“Saca de quicio cuando jugadores se quejan por estar tanto tiempo concentrados o por mucho tiempo de entrenamiento”, vocifera, y explica su americanismo actual, pese a todo: “He podido dividir la cuestión del América representado en el campo, y lo que es saliendo de la cancha, en las esferas más arriba”.

Su carrera fue desde la escuelita del club, hasta que a los 28 años se truncó su camino. Por ello, Carlos Sánchez dice ser una voz autorizada para hablar de futbol, con el título de director técnico en sus credenciales, aunque ahora se dedique al negocio familiar, en el expendio de materias primas para restaurantes.

“Extraño el futbol, el día a día como jugador, levantarme temprano e ir a trabajar, si se le puede llamar trabajo a hacer lo que te gusta, que es jugar”.

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