Conseguir la novena no exorcizó algunos fantasmas que guarda el Cruz Azul, y que hoy se traducen en una crisis deportiva, al estar en el penúltimo lugar del Apertura 2022, un descontento de su afición, y la falta de una cabeza en la dirección técnica, tras el despido del uruguayo Diego Aguirre.
Los cuatro descalabros consecutivos, más el humillante 7-0 que le propinó el América en el Estadio Azteca, derivó en actos de vandalismo en La Noria, y que ayer decenas de seguidores encararan a los futbolistas a la salida del entrenamiento.
“Este club te queda grande, ya no estás en Chivas”, le reclamó un fan celeste al exrojiblanco Uriel Antuna, quien fue uno de los que más expresiones de enfado recibió, al grado que le arrojaron huevos a su coche.
Para calmar la intensidad de los cementeros, tuvieron que llegar elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para acordonar la zona. Incluso, los jugadores Rafael Baca, Sebastián Jurado y Julio César Domínguez abandonaron el lugar por puertas alternas, para así evitar el contacto con la afición.
El mediocampista Erik Lira fue uno de los que dio la cara, al asegurar que dejarán todo en la cancha en lo restante del torneo.
“Estamos muy avergonzados, créanme que quiero lo mejor para el equipo. Vine a hacer historia, no a pasar este tipo de cosas. Les ofrezco una disculpa; vine a Cruz Azul a ser campeón, y créeme que este tipo de cosas no lo queremos nadie”, indicó.
En sus cuatro derrotas en fila, La Máquina recibió 16 goles en contra, lo que la convirtió en la peor defensa del torneo, con 25 tantos en su puerta. Esto ocasionó el despido de Diego Aguirre, quien estuvo menos de tres meses al frente del club.
Los celestes enfrentan este sábado al Querétaro, que es el último lugar de la tabla, y contra el cual tienen tres victorias consecutivas. Sin embargo, el Cruz Azul puede llegar a tocar el sótano, si Gallos le saca un empate hoy al América.
PAL