DIEGO DEL REAL

¡Nada lo detiene! Diego Del Real, lanzador mexicano, vence al dengue y se prepara para Tokio 2020+1

El lanzador de martillo sufrió esta enfermedad, no hizo competencias internacionales y pese a las altas temperaturas el día de su competencia, logró la segunda mejor marca del mundo en 2021

DEPORTES

·
Del Real superó al dengue para llegar a Tokio 2020+1. Foto: EspecialCréditos: Especial

El sol pegaba aplomo sobre los hombros de Diego Del Real. La tarde, con sus 40°C en la calurosa ciudad de Monterrey, Nuevo León avecinaba una batalla en sí misma para para el lanzador de martillo, que acarreaba entre sus puños no solo el martillo, también las ansias de regresar al círculo, girar, lanzar y competir.

Romper por quinta ocasión consecutiva el récord mexicano de lanzamiento de martillo fue difícil para el Campeón Centrocaribeño que vivió una jornada inusual para llegar a la conquista de la nueva marca de 78.68 metros, que le dio la clasificación a los Olímpicos de Tokio 2020+1.

“Tuve un comienzo un poco complicado, en el tema del sector: empalmaron mi competencia con el salto con garrocha, uno de los jueces me decía que movería el ángulo del sector, para que no corrieran riesgo los garrochistas; aunque el circulo no se mueve, batallé para adaptarme a ese cambio y esa presión de tener competidores al lado”, explicó Del Real Galindo, quien mejoró el registro cinco años después de la última ve que lo logró, en abril de 2016, cuando aquella marca también le abrió las puertas a los Juegos Olímpicos.

Sin embargo, esta vez fue más complejo. El atleta de 27 años salió al campo atlético del Centro de Alto Rendimiento Niños Héroes (CARE) de Nuevo León a las 16:30 horas para iniciar calentamiento y competir a las 17:30.

“No hice lanzamientos de calentamiento porque no quería desgastarme tanto con esa temperatura tan alta; además solo éramos cuatro lanzadores, así que tenía muy poco tiempo de descanso entre uno y otro lanzamiento”, agregó Diego 4° lugar en los Olímpicos de Río 2016.

El inicio de la prueba no fue el esperado para el neoleonés: en las pruebas de saltos y lanzamientos, el atleta tiene tres oportunidades para mantenerse en competencia y Diego había fallado sus dos primeros intentos.

“No me acomodaba en el círculo, abrir con dos foules, traía muchas cosas en la mente y al final me mentalicé: al tercer y último intento lo armé, hice el nuevo récord y no me ‘caía el 20’…todavía lo estoy procesando, porque es mucha la presión en estos tiempos (de pandemia) y postergar los objetivos ha sido algo difícil de manejar”, agregó el martillista, quien con el registro logrado el pasado sábado en Monterrey hizo la segunda mejor marca del mundo en lo que va de la temporada 2021, solo detrás del estadounidense Rudy Winkler (81.98m).

No fue COVID-19, pero sí dengue

Para Diego no solo se trató de adaptar entrenamientos en casa para evitar el contagio; a pesar de ver que que el sueño de llegar a sus segundos Juegos Olímpicos se diluía en la incertidumbre, se mantuvo en entrenamiento y en diciembre de 2020 se alistaba para su primera competencia de la atípica temporada olímpica cuando un contagio, que no fue coronavirus, le afectó.

“Dos semanas antes de competir me dio dengue. Estuve diez días inhabilitado; nunca me había dado y fueron diez días de dolores de cuerpo, los últimos síntomas que tuve fueron puntitos rojos que sentía en mi piel como agujas, a pesar de eso, me dieron de alta y competí y claro que no hice mi mejor evento, pero al menos regresé.

En febrero de 2020, lanzó 76.11 metros en la Ciudad de México, un registro que le permitía tener la mira puesta en dar la marca olímpica durante marzo, en Estados Unidos, pero la contingencia sanitaria mundial canceló todo: los vuelos, las competencias, y hasta los Juegos Olímpicos, pero no su disciplina ni sus sueños.

Para Diego no era fácil enfrentar el 2020 y menos aún cuando la temporada anterior no consumó sus metas. De ser Campeón Centrocaribeño en Barranquilla, Colombia y culminar en 4o sitio en la Copa Continental de Ostrava, República Checa; el 2019 fue duro pues padeció dos desgarres que mermaron su rendimiento tanto en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, como en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Doha, Qatar; las ansias por competir en mejores condiciones se frenaron con la pandemia, pero Diego capitalizó el tiempo para enfocarse en sí mismo.

“Hoy sé que estoy en la mejor forma física y psicológica de toda mi vida, aún más que los Olímpicos pasados y esto es consecuencia de una serie de hábitos que cambié desde hace dos años; me costó tiempo reconócelo porque sentía una necesidad psicológica de seguir una vida ‘normal’ pero al hacer este camino, adquirí otro nivel de entrenamiento y el 100 por ciento de mi energía esta enfocado en entrenar de día, tarde y noche”, consideró el primero hombre de México que llega a una final olímpica en lanzamiento de martillo.

“Me encuentro en un estado de madurez más alto. Ya tengo 27 años son casi cinco años de lo que hice en Río 2016, hay un cambio en todo, pero al final de cuentas mantengo mi esencia: ser quien soy con los matices de ser una persona más consciente de lo que hago, de lo que logro, de a donde voy y de donde vengo…a veces se nos olvida”.

POR KATYA LÓPEZ CEDILLO
alg