Los Juegos Olímpicos siempre traen consigo un sinfín de grandes historias de superación. En esta ocasión hablaremos de Horacio Nava, un marchista mexicano que buscará hacer historia en Tokio 2020. Lo increíble de su historia tiene que ver con un problema cardiaco que lo aquejaba desde pequeño.
Nava, de 38 años será uno de los encargados de poner en alto el nombre de México, pero lo que pocos saben es que tuvo que ser intervenido del corazón en 2005 después de detectarle un padecimiento llamado Wolff Parkinson White. Desde entonces solo ha logrado grandes marcas para el deporte azteca.
Nava saltó al plano mundial en 2005, esto después de quedar en noveno lugar en la prueba de 50km de los Mundiales de Atletismo, por lo que entró en el radar de las autoridades, quienes además de ofrecerle su apoyo económico le abrieron la puerta a doctores, quienes detectaron este padecimiento y por que tuvo que ser intervenido.
Una carrera de éxito
Después de ser operado a los 23 años, Horacio se ha dedicado a llenar de medallas y grandes recuerdos su carrera como atleta, ya que cuenta con tres medallas en Juegos Panamericanos y un subcampeonato en el Mundial de Atletismo de 2010 en la categoría de marcha. Lo que tiene claro es que todo esto es un "regalo" por lo que lo aprovecha al máximo.
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Ahora está concentrado en Chihuahua, donde realiza entrenamientos de 200 km por semana, esto a la espera de los Juegos Olímpicos, donde espera hacer historia y conseguir poner su nombre en esta edición de los JJOO colocando su nombre en el medallero de México.
¿Qué es su padecimiento?
Se trata de una excitación de los ventrículos debido a una vía de acceso, es decir, es como tener una vía eléctrica adicional en el corazón que le podía ocasionar desmayos y tener algunos padecimientos de Parkinson; lo más drástico sería la muerte durante una competencia o algo por el estilo.
dza