Tras largos meses de encierro e incertidumbre, el mundo comenzó a tener visos de regreso a la normalidad a finales de 2021. Si bien es cierto que aún tuvimos –y tenemos– estragos derivados de la crisis provocada por la COVID-19, comenzamos paulatinamente a reconstruir en lo económico y en lo social. En este sentido, un evento que se erigió como parteaguas a nivel internacional para dar el banderazo de salida del nuevo comienzo fue la Exposición Universal realizada en Dubái.
Las exposiciones universales tienen un papel fundamental en el intercambio cultural y económico del mundo en los tiempos modernos. Sin embargo, la edición de Dubái tuvo varios componentes únicos: fue el primer gran evento internacional después de la pandemia, lo que lo erigió como espacio para la reanudación económica y la interacción internacional. Además, fue la primera vez que un acontecimiento de esta índole se realizó en medio oriente.
Para México era indispensable poder tener presencia en Expo 2020 Dubái; estar presentes en el epicentro de la reactivación económica internacional después de la pandemia, no era negociable. En un esfuerzo encabezado por el canciller Marcelo Ebrard, la cancillería junto a otras dependencias de la administración pública federal como la Secretaría de Economía y la Secretaría de Cultura, en conjunto con gobiernos estatales y la valiosísima participación de la iniciativa privada, bajo la batuta de Concamin, hicimos esto posible. Y fue de forma brillante.
Tras seis meses de gran intensidad concluyó una de las exposiciones universales más importantes y esperadas de la historia. Para México se convirtió en un escaparate fundamental de posicionamiento internacional, en un lugar que, como ningún otro, ofreció espacios para vincularnos con el mundo y generar oportunidades para nuestro país.
Para México era prioritario dar a conocer su herencia cultural y natural al mundo durante su trayecto por la Expo 2020 Dubái, así como brindar un espacio para que se generarán oportunidades económicas. Los resultados fueron extraordinarios: nuestro pabellón tuvo cerca de 360 mil visitantes y se registraron mil 260 vinculaciones con empresarios extranjeros e inversionistas; participaron 117 empresarios mexicanos en el programa de negocios organizado en torno a este evento y se llevaron a cabo 20 misiones comerciales en que se involucró a un centenar de empresas mexicanas.
Sabíamos que esta era una oportunidad inigualable para posicionar a México internacionalmente. Por esta razón, decidimos utilizar nuestra historia, cultura y talento artístico como herramientas para hacerlo. Nuestra diplomacia cultural se convirtió en guía y junto a la Secretaría de Cultura se construyó una agenda artística y cultural de gran calado, que llevó a nuestro Pabellón en Expo 2020 Dubái a ser uno de los más admirados en este evento.
Durante los 6 meses que duró la experiencia se realizaron 18 conciertos, tres presentaciones estelares de ballet y danza folklórica, la primera exposición internacional de Arte Popular de México en los Emiratos Árabes Unidos y 12 exposiciones de arte, entre otras actividades como seminarios y foros.
El Pabellón de México tuvo presentaciones imponentes, donde destacan las del Ballet Folclórico de México de Amalia Hernández, del flautista Horacio Franco, los cantautores Lila Downs y Carlos Macías, el tenor Javier Camarena y la soprano María Katzarava, los bailarines Elisa Carrillo e Isaac Hernández, el grupo folklórico Caña Dulce y Caña Brava, la Sonora Santanera y las tres grandes voces de Eugenia León, Tania Libertad y Guadalupe Pineda. A estos eventos, se sumó la llegada del Buque Escuela Cuauhtémoc, con 249 tripulantes, un orgullo nacional.
Nuestro pabellón era reconocido por su diseño y originalidad, mismo que fue labor de artesanas, quienes tejieron su fachada, y de arquitectos, creativos y artistas visuales como Betsabeé Romero y Pepe Soho. Este gran trabajo fue reconocido al final de la exposición universal con el primer lugar en la categoría de Diseño de Exhibición, en el distrito de Movilidad, galardón otorgado por el Buró Internacional de Exposiciones Universales. Es importante decir que México no recibía una medalla de este tipo desde el año 2005, cuando lo hizo en la Expo de Aichi.
Todos los que participamos en la Expo 2020 Dubái nos vamos con un gran sabor de boca; la posibilidad de representar a México a través de su esencia, su cultura, y, a la vez generar oportunidades que brinden bienestar para los mexicanos nos llena de orgullo. El trabajo en conjunto del gobierno federal, entidades federativas e iniciativa privada nos demuestra una vez más que es posible alcanzar objetivos comunes si los vemos con claridad y alineamos nuestras voluntades e inteligencias.
Desde la cancillería tenemos un profundo agradecimiento para todos los que hicieran posible que, durante seis meses, México brillara con tanta luz en medio oriente.
Por Martha Delgado
Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores
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