CÚPULA

Lugar de piedras

Un talentoso arquitecto descubre un lugar que lo puede llevar a un rocoso fracaso o a proyectar sus más grandes anhelo

Lugar de piedras
Un futuro en desarrollo excepcional por sus ventajas climáticas y geológica Foto: Mural Diego Rivera

Piedras y más piedras, el paraíso inhóspito que tanto soñaste, uno de los pocos lugares donde el suelo permanece inmóvil y el camino que recorres no se hunde. A mis alrededores encontrarás ciudades del pasado; tierras sagradas de los toltecas y de los mexicas. Un volcán construyó el paisaje que me hace único. Artistas y pintores han quedado fascinados y conmovidos con mi naturaleza salvaje y mi espíritu indomable. Diego Rivera se enamoró de mi ecosistema rocoso y me plasmó en un lienzo con sus pinceles y acuarelas; después le siguieron José Clemente Orozco y Gerardo Murillo. La realidad es que no siempre he sido del agrado de todos, aún recuerdo aquella conversación entre Luis y su tío.

Luis, que además de arquitecto era ingeniero, extendió su mano en el aire y señaló con el índice todo lo que los rodeaba:

—Mire tío, este lugar que ve aquí, este pedazo de tierra volcánica, este espacio indómito de formas y figuras asimétricas se convertirá muy pronto en el mejor, en el más moderno y en el más elegante fraccionamiento de la Ciudad de México.

Su tío soltó una carcajada:

—¡Estás loco de remate, Luis! Ahora sí me hiciste reír con tus ocurrencias. ¿Quién va a querer vivir aquí entre piedras, escarabajos y serpientes? Este sitio está bien para excursiones o para un día de campo, pero no le veo futuro como zona residencial.

—Tío, no puede ser que no se de cuenta del potencial geológico y climatológico, aquí no hay peligro de inundaciones y temblores, el volcán Xitle se encargó de crear un espacio seguro y de una belleza admirable.

—Luis, lo siento, de verdad, creo que te estás equivocando.

—¿Entonces no va a querer invertir en el proyecto? Se va a arrepentir, tío. Aunque no lo crea, este lugar les encanta a los muralistas mexicanos, ellos tienen buen gusto, sensibilidad, yo llegué hasta acá gracias a Diego Rivera.

—No coincido Luis, sé que eres muy talentoso, pero es importante que tengas visión y esa solamente te la dará la experiencia.

—A veces la intuición es más importante, tío. Los años dirán quién de los dos estaba equivocado. 

El tiempo le dio la razón al arquitecto tapatío, me convertí en una de las zonas más exclusivas de la capital, en uno de los fraccionamientos más admirados e icónicos de México y Luis Barragán, con su estilo y genialidad, se volvió un referente de la arquitectura mexicana, incluso ganaría el prestigioso Premio Pritzker en 1980. Algunos me llaman Pedregal de San Ángel; otros, Jardines del Pedregal. Dicen los que saben que soy un santuario de plantas, un tesoro natural cubierto de lava, un pequeño oasis dentro de una de las ciudades más grandes que existen y el sueño o el capricho de uno de los mejores arquitectos del mundo.

MBL








 

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