Cada 12 de diciembre en México se celebra a la Virgen de Guadalupe, una tradición que data de cientos de años, cuando el pueblo indígena fue evangelizado por los conquistadores españoles. De su origen se dice mucho, hay quienes creen fielmente en la historia de su aparición, y otros que la ven como la forma en que acercaron al catolicismo a los pobladores de la época.
La leyenda de Juan Diego, cuenta que un 9 de diciembre 1531 hizo una aparición la Virgen de Guadalupe frente al indio en el cerro del Tepeyac. En este encuentro le pidió a que fuera con el Arzobispo fray Juan de Zumarraga para que le construyera un templo en lo alto del cerro.
El fraile no le cree y le pide pruebas. Al regresar a un segundo encuentro, la virgen le manda a llevar flores en su ayate y al soltarlas Juan Diego frente al fraile, se muestra su imagen, que ha perdurado por casi 500 años.
Tonantzin, la diosa que favoreció el verdadero origen a la Virgen de Guadalupe
Investigaciones realizadas por historiadores guadalupanos, y llamados los "antiaparicionistas ", hablan de Tonantzin, la deidad prehispánica que ha dado luz a un mito todavía más antiguo.
Antes de la conquista española existía un templo de adoración a la diosa Tonantzin, al que acudían pobladores de todo el país del Anáhuac. Historias recabadas por los frailes españoles explican que los mexicas y otros pueblos creían que en la cima del cerro del Tepeyac se aparecía la madre de los dioses
Fray Juan de Torquemada en el texto "Monarquía Indiana" de 1615, afirma que la diosa era muy venerada por los indígenas y se les aparecía en figura de jovencita, con una túnica blanca ceñida, "aunque siempre a uno solo, y le revelaba cosas secretas".
Fray Bernardino de Sahagún manifestó en la "Historia general de las cosas de la Nueva España", (1540-1585) que en el montecillo llamado Tepeaca, tenían un templo dedicado a las madres de los dioses que llamaban Tonantzin.
"Donde está un montecillo que llaman Tepeacac y que los españoles llaman Tepequilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe. En este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses, que ellos llaman Tonantzin, que quiere decir nuestra madre".
Explica que en el lugar se hacían muchos sacrificios en honra de la diosa, y venían tierras lejanas son ofrendas. "Ahora que está ahí edificada la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin ...y vienen ahora a visitar a esta Tonantzin de muy lejos"
Fue en 1528 que los evangelizadores construyeron una ermita en ese mismo lugar, a fin de retomar las bases ideológicas, sepultar la adoración a su diosa.
A la fecha todavía existen un debate entre los historiadores acerca de si los conquistadores españoles decidieron utilizar el culto a Tonantzin como base para desarrollar la historia de la Virgen de Guadalupe, o si los indígenas camuflaron el culto a su diosa adorando a la virgen.