Derechos de las personas LGBT+

Terapias de conversión: “Tratamientos” anti derechos e inhumanos

Las terapias de conversión pueden llevar a la persona a un estado emocional de sentimientos relacionados con el suicidio

Terapias de conversión: “Tratamientos” anti derechos e inhumanos
Leyes para prohibir las Terapias de Conversión Foto: Especial

De acuerdo con la ONU, las terapias de conversión o ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género) son sesiones en las que se busca “transformar a una persona no heterosexual en una persona heterosexual, y a una persona trans o de género diverso en una persona cisgénero (una persona cuya identidad de género corresponde a su sexo registrado)”.

Marco Antonio García Robles, activista y director de la asociación civil VIHDA, señala que este tipo de actos pueden llevar a la persona a un estado emocional depresivo y ansioso al borde de presentar actitudes y sentimientos relacionados al suicidio.

“Está demostrado con criterios científicos que a la larga deviene en otra problemática de carácter psicológico en trastornos, incluso puede llevar a depresión y suicidio. Es una forma de violentar a las personas en su forma de ser, en su propia identidad, en su propia personalidad”.

Marco Antonio García Robles // activista

El 11 de octubre de 2022, el Senado aprobó las modificaciones al Código Penal para prohibir y sancionar los Ecosig a nivel federal, un gran paso para la lucha de la integridad y los derechos humanos de las personas LGBT+.

“Recientemente el Senado aprobó una legislación que las prohíbe, seguramente continúan porque a veces no bastan las leyes para que se detengan las actividades ilícitas o que atengan contra los derechos humanos. Las personas activistas consideramos que los Ecosigs son una forma de violencia, de atentar contra los derechos humanos dela comunidad LGBT+ y contravienen principios internacionales”

Marco Antonio García Robles // activista

Pero ¿realmente cómo es la experiencia de una terapia de conversión?. En este caso, entrevistamos a Jenny Maja, una chica trans que lamentablemente tuvo que atravesar una experiencia de este tipo.

“A mí me lo vendieron como una actividad de una iglesia, te dicen que es una actividad de jóvenes, lo llaman encuentros juveniles. Recuerdo que me sentaban en medio de todo el grupo y el párroco comenzaba a decir que la homosexualidad estaba mal pero lo sentía como un ataque dirigido hacia mí”.

Jenny Maja

Comentó que lo más duro del proceso fue el hecho de que todo comenzara desde casa, al tener que “conformarse” con lo que su familia pensaba de ella, llevándola a “volver al closet” para ya no acudir a la iglesia.

“Tuve que hablar con mis papás y decirles ‘saben qué, estaba confundido, no sabía lo que estaba pensando pero ya lo sé, ya sé que no soy así’. Obviamente fue para liberarme de eso porque en serio era muy feo ir ahí todos los días y eso que soy una mujer católica pero me forzaban a ser algo que no soy”.

Jenny Maja

En la actualidad únicamente hay 8 países que prohíben las terapias de conversión.

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